- ¡Anda! Ahora resulta que las luces no le fallaban a la mayor, sino a ésta.
- ¿Viene a hablarme de energía eléctrica, don Rojelio?
- ¡Qué energía eléctrica ni que niño muerto! Hablo de la familia no imaginaria.
- Como no se destape más no me entero de nada.
- Usted lo que quiere es que el fiscal cierre el blog. Que digo que dos dicen que no se enteraba de nada y uno dice que no se enteran los otros dos.
- ¡Acabáramos! Estad usted hablando de la Infanta.
- Eso lo ha dicho usted. Y los tres dicen que a lo mejor la que no se entera es Hacienda. Vamos, que no nos enteramos ninguno, porque Hacienda somos todos.
- Lo que ha hecho la Audiencia de Mallorca es ponerle los puntos sobre la íes al juez. Que no se puede ir de protagonista por la vida.
- Y qué me dice del pro abortista ministro del interior.
- ¿Cómo que pro abortista? ¿De dónde saca usted tamaño dislate?
- De lo que dijo en la rueda de prensa por la captura de los presuntos etarras.
- Que yo sepa no dijo nada de que estuviera a favor del aborto. Sólo hizo un ligera referencia a que algo sí tenía que ver el terrorismo y el aborto.
- Pues a eso me refiero. Esa referencia sólo podía indicar dos cosas: O qué ojalá sus madres hubieran abortado en su momento, o que Gallardón podría aprobar un supuesto en que se permitiera el aborto retroactivo.
- Esa es una interpretación sibilina por su parte. Pero que no deja de tener su atractivo.
- Si ya sabía yo que la cabra iba a tirar “p’al monte”.