Sobre novelas de (y sobre) Bogotá...

Por Gabrielaamar
Novelas de (sobre) Bogotá
Me preguntaba en estos días de Urnas bicentenarias y Año Rufino José Cuervo, cómo nos mirarán en el futuro, propios y extraños, a los habitantes de la Bogotá de hoy. Esta carta es quizá un eco de una columna con el tono de un José Salgar o un Ozuna.
En el panorama de las narrativas bogotanas encontramos piezas de diverso calibre a la hora de abordar a Bogotá como personaje o escenario de ficción. No soy experto en literatura y sé que hay muchas profesoras dedicadas a estudiar el tema, pero me asalta esa duda. ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos en la ficción de nuestra Bogotá? La lectura de la novela (en curso) de Antonio Ungar, Tres ataúdes blancos, me ha hecho reflexionar sobre la manera como me relaciono con mi ciudad.
Hay temas que abundan al acercarse a las novelas "bogotanas": el 9 de abril y la violencia contemporánea. En ese terreno lo mejor que he leído ha salido de la pluma de Miguel Torres. Hay otros ejemplos, también muy sugestivos, en Gonzalo Mallarino y Evelio Rosero. Sin embargo, me vuelvo a preguntar cuál sería una novela que reflejara de forma más "integral" (que relativa palabra) una imagen de Bogotá, así como Adán Buenosayres de Marechal lo hace con la porteña y Ulises con Dublin, para no citar sino dos ejemplos. Tal vez esa novela está por venir. Vaya uno a saber si se está cociendo en este momento, de forma anónima en algún recobeco de La Candelaria o en algún cuarto oscuro europeo.
A diferencia de ciertos críticos que no creen en el futuro de nuestros escritores jóvenes, yo si le apuesto a buscar a los nuevos talentos que tratan de abrirse camino, así como lo hiciera hace más de sesenta años García Márquez en El Espectador. !Reconciliarse con Gabo es esencial¡
P.D
No habría que dejar de lado el cuento. Hasta ahora caigo en cuenta de este lapsus. Son numerosos los cuentistas bogotanos, a juzgar por las revistas que siguen saliendo, en papel o virtuales. ¡En horabuena El Magazín del Espectador, por ahora virtual, acoge a muchos aprendices de escritores!
Pedro Escudriñez
Bogotá