Socialdemocracia... fin de ciclo

Publicado el 15 marzo 2010 por Ciberculturalia
De todo lo que he leído este fin de semana, me quedo con este artículo, "Socialdemocracia, fin de ciclo", de Ignacio Ramonet, publicado en Le Monde diplomatique:
Extracto del artículo:
Las ideas también mueren. El cementerio de los partidos políticos rebosa de tumbas en donde yacen los restos de organizaciones que otrora desataron pasiones, movieron a multitudes y hoy son pasto del olvido.
¿Quién se acuerda en Europa, por ejemplo, del Radicalismo? Una de las fuerzas políticas (de centro-izquierda) más importante de la segunda mitad del siglo XIX, que los vientos de la historia se llevaron...
¿Qué fue del Anarquismo? ¿O del comunismo estaliniano? ¿Qué se hicieron de aquellos formidables movimientos capaces de movilizar a millones campesinos y obreros? ¿Qué fueron sino devaneos?
Por sus propios abandonos, abjuraciones y renuncias a la socialdemocracia europea le toca hoy verse arrastrada hacia el sepulcro... Su ciclo de vida parece acabarse y lo más incomprensible es que semejante perspectiva se produce en el momento en que el capitalismo ultraliberal atraviesa uno de sus peores momentos.
¿Por qué la socialdemocracia se muere cuando el ultraliberalismo se halla en plena crisis? Sin duda porque, frente a tantas urgencias sociales, no ha sabido generar entusiasmo popular. Navega a tientas, sin brújula y sin teoría... Era un partido obrero y hoy lo es de las clases medias urbanas acomodadas.
Las recientes elecciones han demostrado que la socialdemocracia europea ya no sabe dirigirse a los millones de electores víctimas de las brutalidades del mundo postindustrial engendrado por la globalización. Esas multitudes de obreros desechables, de neo-pobres de los suburbios, de mileuristas, de excluidos, de jubiliados en plena edad activa, de jóvenes precarizados, de familias de clase media amenazadas por la miseria. Capas populares damnificadas por el shock neoliberal...
Si faltaba un indicio para demostrar que los socialistas europeos son incapaces de proponer una política diferente de la que domina en el seno de la Unión Europea, esa prueba la dieron Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero cuando apoyaron la bochornosa elección a la Presidencia de la Comisión Europea del ultraliberla José Manuel Durao Barroso, el cuarto hombre de la Cumbre de las Azores...
Si están interesados, en este enlace, pueden leer el artículo completo.
Termina Ignacio Ramonet con esta reflexión:
"Por eso quizá, y en contraste, está renaciendo hoy con tanta pujanza y tanta creatividad, un nuevo socialismo del silgo XXI en algunos países de América del Sur: Bolivia, Ecuador, Venezuela. Mientras en Europa, a la socialdemocracia le llega su fin de ciclo".