Ahí están. Actuando cuando otros miran para otro lado. Sociedad civil para evitar que se caiga la ermita de San Marcial. Unos vecinos que actúan. Descendientes, como lo fui yo, de aquellos que llegaron hace varios siglos. Aquellos que hicieron suya la fe de la tierra que los acogió, pero sin llegar a olvidar los valores de un pueblo que siempre quiso vivir de su trabajo: única forma de salir adelante, emboscados, en esta tierra de frío y hielo.
Esta tierra.
La mi tierra.
La que me vio nacer.
La que me vio morir.