Cuando Canción Animal fue finalmente publicado el 7 de agosto de 1990, removió los cimientos de todo lo anterior de los argentinos, abriendo las puertas de la nueva década con un abanico de guitarras conscientemente rock y melodías que pasaban página del post punk, el new wave y el funk que abundaba entre los vinilos Soda Stereo y Doble Vida. Con Canción Animal se sembró, sin querer, la semilla de la desintegración de la banda. Volar tan alto iba a tener sus consecuencias y las alas de Soda Stereo no podrían resistir la ola de histeria derivada del Tour Animal.
Ha pasado un cuarto de siglo desde entonces y el mito sigue en pie, más sólido que nunca. Sólo queda seguir las instrucciones incluidas en el arte de Canción Animal: ”Y para mayor placer animal, escúchalo a todo volumen".Soda Stereo | Especial 25 Aniversario de Canción Animal
Publicado el 07 agosto 2015 por Portman918 @ecosdelvinilo
"Y para mayor placer animal, escúchalo a todo volumen" Como era habitual en el proceso de composición de Gustavo Cerati llegó primero la música, junto con frases dispersas. La gira promocional del Doble Vida ralentizó sensiblemente la creación de nuevos temas. Gustavo no solía componer cuando estaba en la carretera y el único momento que se permitía para nuevos sonidos era durante las pruebas de sonido, cuando creaba fragmentos que grababa religiosamente. Algo que diferenció a Canción Animal del resto de discos de Soda Stereo es que el núcleo de los nuevos temas no provenían de las composiciones primerizas. Hasta el disco Doble Vida habían ideas musicales que databan de antes del primer elepé. En Canción Animal se rompió el esquema, se partió de cero y eso se notó en la fuerza desbocada de sus acordes. Cerati se enfocó en un sonido fundamentalmente guitarrístico durante la composición y grabación de las demos. Cada corte tenía una personalidad definida en las grabaciones de muestra, siendo ésta transformada y recreada por Zeta Bosio y Charly Alberti en sus respectivos apartados, pero siempre con la guitarra en el centro de todo. Uno de los ejemplos más claros de esta preponderancia guitarrística es Un Millón De Años Luz. La inspiración de este corte surgió de Tempted de los Squeeze (con la sombra del Bolero de Rabel revoloteando), plasmándose en ese registro circular de notas que se funden y adquieren un matiz casi de raga. Y de raga a mantra, el “No Vuelvas” surgió de esa manera, con Gustavo repitiendo la frase, una y otra vez, mientras componía el motivo melódico. El grosor sonoro se ensancha en Sueles Dejarme Solo, un tema engañosamente sencillo con sus tres acordes, que sirve como plato previo para los oídos del oyente ante el advenimiento del clásico de Canción Animal: De Música Ligera. Sueles Dejarme Solo hace referencia, por lo menos en su abrupto final, al obsesivo I Want You (She’s So Heavy) beatleriano, que precisamente interpretarían en el Tour Animal, intercalando también la sección instrumental de Carry That Weight de Abbey Road.En el otro extremo del espectro nos queda la austera tristeza acústica de Té Para Tres. Esta canción es muy diferente a lo habitual en Soda Stereo. Es con seguridad la canción más personal de Cerati en Canción Animal, reflejando en sus estrofas la tensión que vivía el músico ante la enfermedad de su padre. Terminó por ser una indeseada oda a un momento tan dramático como emotivo. Gustavo la grabó con una guitarra acústica Alvarez-Yairi de doce cuerdas y una Guild de seis cuerdas.La grabación de Canción Animal se realizó en los estudios Criteria de Miami; un local donde se habían enlatado muchos discos de referencia, tales como el 461 Ocean Boulevard de Clapton (1974). El buen sonido vintage estaba asegurado en la soleada Florida.El poderoso sonido de las guitarras de Canción Animal se debió al uso masivo de amplificación Vox. Durante estas sesiones fue cuando Cerati se pasó definitivamente a la guitarra Paul Reed Smith, que solo había utilizado puntualmente hasta ese tiempo. Otro de los modelos utilizados por Gustavo fue la Fender de doce cuerdas que se observa en el video de De Música Ligera, una guitarra que el argentino adoraba pero que rara vez utilizaba en vivo por lo complicado de mantener afinada. Un elemento que volvió a brillar fue el E-Bow, que ya resaltaba en La Ciudad De La Furia y Gustavo volvió a utilizar en el tema que titula el disco.En el apartados de la grabación de las pistas vocales Gustavo dejó de doblar su propia voz, añadiendo en su lugar los coros de Daniel Melero, Andrea Álvarez y Pedro Aznar, siendo particularmente hermosas las armonías en 1990. Zeta hace coros de una manera más limitada, reservando sus coros más para el directo.
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