Incluir soja en la dieta te aportara muchos beneficios, analicemos los más importantes así como la historia de este alimento tan completo.
La sofá se trata de un alimento vegetal que destaca por los nutrientes que contiene, proteínas, ácidos grasos e isoflavonas.
Principales beneficios de la soja en la dieta
La judía de soja es la principal legumbre que se cultiva en la India, en el norte de China, Corea y Japón. Desde hace más de cinco mil años ha sido una de las bases de la alimentación de los orientales y de los antiguos chinos y japoneses, que la tenían en tal estima que la consideraban como uno de los “cinco granos sagrados”, con la cebada, el trigo, el arroz y el mijo.
Actualmente Norteamérica se ha convertido en el mayor productor mundial, mientras que Europa, demasiado fría para su cultivo, sigue menospreciándola, considerándola inadecuada para el consumo civilizado, buena sólo para la raza amarilla y para el ganado. Funesta equivocación que nos cuesta salud y dinero, porque esta planta mágica tiene abundantes propiedades.
La judía de soja está compuesta por más de un 40 % de proteínas, que contienen los 22 aminoácidos que existen, lo que hace que pueda estar clasificada entre las proteínas completas, junto a la carne, los huevos, la leche, la levadura de cerveza y el germen de trigo.
Contiene también un 20 % de aceite no saturado, vitamina A, cinco vitaminas del grupo B, vitamina E, cobre, hierro, calcio y lecitina: sustancia que se halla también en la yema de huevo y el germen de trigo, rica en colina, inositol y proteínas, utilizada por el organismo para la fabricación de los tejidos nerviosos y cerebrales.
Actúa como una dinamo que produce electricidad. La colina favorece la dispersión del colesterol, así como del inositol, que, además, alimenta el corazón.