Sojournier truth

Por Diana Cabello Muro @Didymyself

Mujer, feminista, antiesclavista y afroamericana.

Precursora del "Feminismo Negro" y autora del manifiesto "¿Acaso no soy mujer?" en 1851.


Sojourner Truth es un símbolo para el feminismo, tanto por sus ideas en favor de la igualdad como por su lucha por la abolición de la esclavitud, y una de las fundadoras de la corriente del Black Feminist (feminismo negro o feminismos raciales). 
Isabella Van Wagenen (su verdadero nombre) nace en 1797 en Ulster County, Nueva York (Estados Unidos). Su fascinante historia comienza ya desde su nacimiento, como esclava. Era propiedad, al igual que sus padres y hermanos, del Coronel Johannes Hardenbergh, solo hablaba holandés y de niña no le enseñaron a leer ni escribir. Fue vendida en tres ocasiones, la última de ellas junto a su hijo Peter y sus tres hijas, Diana, Elisabeth y Sophia (tuvo una quinta hija, que falleció tras el parto) fruto de su matrimonio con Thomas, otro esclavo.
En 1826, se marcha a Canadá son Sophia para ser libre, pero no puede llevarse consigo a sus otros hijos. Pocos meses más tarde, el 4 de julio de 1827, el estado de Nueva York declara la abolición de la esclavitud. Isabella regresa y recupera a su hijo Peter, comprado ilegalmente por un terrateniente en el estado de Alabama, convirtiéndose en la primera mujer negra que gana un pleito a un hombre blanco en Estados Unidos.
La religión es cada vez más importante para ella, se refugia en el cristianismo y trabaja durante una década en el servicio doméstico. Entra en contacto con comunidades religiosas y se ve inmersa en un escándalo por el asesinato de un líder cristiano. Un grupo integrante de la comunidad la acusa de envenenamiento, pero es declarada inocente e interpone una demanda histórica por injurias que también gana.
Isabella se establece en Nueva York trabajando en una casa hasta 1843, año en el que cambia su nombre por el de Sojourner Truth y, con 46 años, comienza una nueva etapa para ella. Decide que dedicará su vida a predicar a través de la tierra, contando la verdad y luchando contra las injusticias. 
Así comienza sus viajes por el este y el medio-oeste de Estados Unidos para ejercer de oradora con un potente discurso que exije la abolición de la esclavitud, el derecho al voto de las mujeres, la reforma del sistema penitenciario, los derechos de los nuevos hombres libres y el fin de la pena de muerte.
Truth conoce a varios reformistas antiesclavistas en 1844 y 1845 a través de la Asociación Northampton, entre ellos a Susan B. Anthony, Amy Post, William Lloyd Garrison y a la feminista Olive Gilbert, que publicará cinco años más tarde su biografía: 'The Narrative of Sojourner Truth. A northern slave'. Se mantuvo económicamente gracias a las ventas de este libro y de retratos personales durante sus rutas, además de realizar trabajos temporales como ama de llaves. Su nieto Sammy Banks fue clave para que perdurarán sus ideas, ya que la acompañaba en sus tours de lectura y podía leer y escribir por ella.
Uno de sus discursos más importantes fue '¿Acaso no soy mujer?' ('Ain't I a woman?'), pronunciado en mayo de 1851, en la Convención de Derechos de la Mujer de Akron, Ohio. Defendía que la mujer tuviese los mismos derechos que el hombre ya que tenía las mismas capacidades. Es pionera al abordar, desde su experiencia personal, la múltiple discriminación: mujer, negra y de escasos recursos. Sus palabras se convirtieron en un símbolo de la lucha de la mujer afroamericana y continúan siendo un referente hoy en día.
"Ese hombre de allí dice que las mujeres necesitan ayuda al subirse a los carruajes, para cruzar las zanjas y que deben tener el mejor sitio en todas partes. ¡Pero a mí nadie me ayuda con los carruajes, ni a pasar sobre los charcos, ni me dejan un sitio mejor! ¿Y acaso no soy yo una mujer? ¡Miradme! ¡Mirad mi brazo! He arado, plantado y cosechado, y ningún hombre podía superarme. ¿Y acaso no soy yo una mujer?"
Pinchando aquí podrás ver la lectura subtitulada de todo su manifiesto.
Sojourner Truth pasó sus últimos décadas de vida en Battle Creek, Michigan, donde se compró una casa y vivió con sus hijas Diana y Elisabeth hasta su muerte, en 1883.
Desde Michigan continuaba con sus particulares cruzadas por los derechos humanos y se implicó especialmente en la mejora de las condiciones de vida de los liberados, los antiguos esclavos que en la década de 1860 se mudaron a Washington DC para buscar seguridad y un empleo, sin que el Estado estuviese preparado para esta llegada. Truth hizo presión política para que les entregasen tierras en otros estados, como Kansas, y el Estado se hiciese cargo del traslado a su nuevo hogar.
Sin duda, una mujer excepcional tanto por su vida como, sobre todo, por su conciencia y su lucha.