Los antiguos griegos acuñaron el concepto de 'areté' como la búsqueda perpetua de la excelencia en todos los actos del hombre. Hay que diferenciar que no buscaban la perfección, pues sabían que es está una meta inane e imposible.
Excelencia, decían estas voces del pasado, si te vas a tomar la molestia de hacer algo, mas vale que te esfuerces. Aunque también este vocablo tenía connotaciones marciales, un soldado de areté era un guerrero superdotado, el cual contaba con el apoyo de los dioses.
Portada Editorial Roca.
Al final del 'Soldado de la niebla', el protagonista de la novela, el mercenario romano Latro, junto a su joven esclava Io y el guerrero africano SieteLeones continúa su travesía por la antigua Grecia. A ellos se les une el comerciante convertido en militar, Hypereides, con la finalidad de capturar al gran constructor de puentes persa Oeobazus.
Cuando Latro combatió en el ejercito del emperador Xerxes en la batalla de Platea, esté sufrió un golpe en la cabeza, el cual le provocó una lesión cerebral que no le permite guardar los recuerdos de un día para el otro. Por lo cual, Latro escribe sus desventuras diariamente en un cilindro de latón mediante una estilizada cuña. Y se obliga a leer los recuerdos de los días anteriores al inicio de cada día.
Al grupo de Latro se le une un adivino llamado Hegesistratus, el cual es un enviado de la Triple Diosa, para mantener a Lucio de su lado, en la lucha de poder que sostiene contra la Diosa Madre.
En su camino por Tracia, el grupo de Latro es atacado por soldados Apsintios y son auxiliados por un grupo de Amazonas. Al acuartelarse en unas cuevas, Latro recibe la visita de la Diosa Madre, la cual le pide que ayude a las Amazonas a robar los caballos del Sol (¿los legendarios caballos del carruaje de Faeton?). Y si logra esta hazaña, ella le ayudaría a capturar al persa Oebazus.
De regreso a Grecia, los atenienses le recuerdan que Latro sigue siendo un esclavo de los espartanos. Y que es necesario que vaya a Esparta para ser liberado personalmente por el Rey, Pausanias. Después de esto, Latro participa en los juegos olímpicos en Delfi.
Portada Tor Editions
Hay muy pocas cosas más que pueda decir de Gene Wolfe. Se me acabaron los superlativos para describir a este subestimado y genial escritor
Leer estos libros es introducirse de lleno en la Grecia de la época antigua, Wolfe flexiona todos sus músculos literarios y mete de lleno al lector en la trama.
Leer fantasía histórica de este calibre literalmente es aterrizar en otro planeta, no solo las costumbres, los diálogos, la forma de pensar y actuar de los personajes es extraño. Sino el mismo concepto de la vida, sus valores, son completamente alienígenas.
Si todos los libros de Historia fueran la mitad de entretenidos que esté libro, yo seria Historiador. Por la novela deambulan decenas de personajes históricos, entre ellos, el poeta Pindaro, asi como el filosofo y poeta Simonides de Ceos, el cual le enseña a Latro la técnica mnemónica del Palacio de la Memoria.
Resumiendo: Soldado de areté es la continuación de Soldado en la niebla, continua narrando las desventuras del mercenario romano llamado Latro (la cual, ingeniosamente, es la palabra genérica para describir un soldado en latín). Como toda novela de Gene Wolfe, tiene muchas texturas escondidas, existen una guerra secreta entre Dioses griegos, los cuales usan a Latro como su peón en sus juegos. Descubrimos además el posible nombre romano de Latro, Lucio.
Perturbadoramente, existe una subtrama acerca de los ataques de hombre lobos, y si tomamos en cuenta la raíz del nombre latino de Latro, da mucho que pensar.
Excelente fantasía histórica. Vale la pena, esta bien narrada, ingeniosa, compleja y entretenida.