Por Paco Salido (valencia y ché) Estaba cantado, desde que Villa salió rumbo a la ciudad condal, se sabía que su lugar lo ocuparía Roberto Soldado y las únicas dudas giraban en torno al precio final y a la fecha en que se anunciaría el acuerdo. Y como no podía ser de otra forma ambas cuestiones son susceptibles de interpretaciones distintas:
El precio del traspaso
La primera cuestión poco clara es la referente al precio del traspaso de Roberto Soldado. No hay más que acudir a los distintos medios para darse cuenta. Así pues, mientras Marca afirma que el Valencia abonará los 10 millones de la claúsula de rescisión y que el acuerdo con Angel Torres afecta exclusivamente al pago del IVA, del que el Valencia quedará exento; mientras tanto, Superdeporte hace mutis por el foro y no habla de cifras y el periódico valenciano Levante-emv, nos encontraremos con que la cifra a pagar asciende a 8 millones, cuestión nada baladí si tenemos en cuenta que al director deportivo se le destituyó por 230.000 euros (versión oficial del club).
Lo que queda claro es que Roberto Soldado llegará hoy mismo a Valencia para pasar la revisión médica pertinente, que ficha por las próximas cuatro temporadas, que su ficha ascenderá a una cifra cercana a los 2,5 millones de eruro brutos anuales y que el Valencia abonará el precio de su traspaso en cuatro años.
¿Por qué se anuncia hoy el fichaje de Soldado?
La segunda de las cuestiones controvertidas es el hecho de que la contratación de Roberto Soldado se haga pública hoy y no ayer o mañana . ¿Por qué hoy?, creo que muchos coincidiremos en que se trata de un simple movimiento estratégico para contrarrestar la rueda de prensa que hoy mismo dará Fernando Gómez y que previsiblemente, no dejará en muy buen lugar a Llorente.
Creo que Llorente se equivoca, que si presume de valentía para adoptar medidas impopulares, del mismo modo, debería actuar con valentía ante las críticas que le puedan llegar por parte de los afectados por dichas medidas.
Y creo que se equivoca nuevamente cuando, en vez de utilizar la llegada de Soldado como un gran fichaje en sí mismo, lo utiliza como escudo para las críticas que le están llegando o que le puedan llegar. Llorente toma medidas impopulares y tal vez algunas de ellas sean inevitables, pero cuando alguien comienza a pensar más en su propia imagen que en la del club que preside... mal camino llevamos.