"Aquell prestigi tan estès del sant, que tot lo que ella veia pregonava, era lo que no podia ben capir la Mila; i sovint, aixecant els ulls per aguitar-se'l amb atenció meditosa, procurava, amb tot l'esforç de la seva voluntat, encomanar-se gran respecte i veneració; però un escepticisme inconscient l'omplia de dubtes i li feia sentir d'una manera confosa que sempre hi hauria quelcom d'incompatible, com una secreta enemistat, entre ella i el gloriós patró de l'encontrada.
'Aquest sant no sembla un sant com els altres', meditava. 'Se diria que em guaita amb una malícia amagada...'
MI LECTURA:
Uno puede imaginar que con el matrimonio gana un compañero o compañera de viaje. Si bien Mila se casa con Matias empujada por las convenciones sociales, es también verdad que con su enlace se asegura una vida en pareja, en compañía. La joven seducida por su nueva vida se deja aconsejar por su marido y se traslada a la montaña para cuidar de la ermita de Sant Ponç. Lo que no podía imaginarse es que su unión con Matias la llevaba al aislamiento y a la soledad.
Mila descubre pronto las debilidades de su marido la pereza y la flojedad de espíritu. Y se encontrará sola ante la montaña con la que se fusionará y se batirá como si se tratara de su propia lucha interior. En este torbellino agreste en el que se encuentra existen dos fuerzas que estarán presentes, el bien y el mal representados por dos personajes que tienen papeles decisivos en el viaje iniciático que emprende Mila para sobrevivir.
Gaietà, el pastor, será quien le aporte confort y le muestre la montaña como una amiga y un lugar mágico donde residen seres de cuento que protegen a los habitantes del lugar. Es con el pastor con quién a veces sentimos que Solitud es una novela que en cierta manera homenajea la tradición oral y las leyendas que dan ese aire místico a la naturaleza y que aportan a los hombres una manera de ver diferente la dureza de la vida en la montaña. Por ejemplo, el pastor nos habla de las goges un ser que forma parte de las historias tradicionales del Pirineo Catalán y que serían una especie de hadas que viven en el agua y en lo alto de la montaña y salen por la noche al bosque para bailar. Gaietà narra la historia de Floridalba una de estas goges. Y es que con Gaietà, la autora resalta el papel del contador de historias. Hay un momento en que Mila se admira de todas las historias que conoce y el pastor le explica su secreto, su musa e inspiración es la montaña que le habla a través de Dios.
"- Unes, les més petites, -respongué amb lentitud-, mes les contaren els avis de Sant Ponç; les atres...Nostro Senyor...
I com vegés que la dona seguia mirant-lo sense pestanyejar, aclarí la misteriosa resposta:
- Con vegi un paratge nou de la muntanya, m'assegui tot solic i me'l miri bé una bella estona; i mirant-mel, senti una escalfor en la boca del cor i de mica en mica aqueia escalfor se'm pugui en amunt com una fumera, i m'ompli el cap i me fa rumiar, rumiar...I com si una veu me les anés dient, me venen totes les coses que hi deu havere passades en aqueis paratges...I per això jo digui que me les conti Nostro Senyor, perquè digueu: ¿pot éssere atra que la veu de Nostro Senyor aquesta que un hom se senti ací dedins com rumia?." (pàg. 210)
Con este personaje Mila se reencontrará a sí misma y podrá enfrentarse a la vida con independencia. Gaietà tiene una protección paterna hacia Mila, aunque ella hay un momento que confunde esta amabilidad y bondad con algo más, pronto se da cuenta de su equivocación y se vuelve a encontrar con la decepción, un recurrente en su vida en la montanya. Aún así, Mila nunca perderá ese cariño por el pastor, un apoyo muy importante en su vida.
El lado oscuro lo tenemos en el personaje Ànima, un cazador furtivo y un ser animalizado que seduce al voluble de Matias y que acecha a Mila desde la oscuridad del bosque esperando el momento para atacarla.
La presencia de Matias queda anulada por su debilidad y por estas dos fuerzas, el bien y el mal, que junto con la soledad de la montaña y con la agresión como cúspide de la tragedia personal de la protagonista, cambian a Mila y la convierten en un ser libre para elegir su destino.
Una novela muy valiente para la época en la que se escribió y se publicó, pues no se trata sólo de la lucha por la independencia de la mujer, sino también por la materialización de una mujer cuya sensualidad y cuya feminidad reclama su lugar en el mundo como algo natural. El deseo de Mila es patente en casi toda la novela y es lo que acentúa más su soledad al mismo tiempo que la hace humana.
Caterina Albert i Paradís ya sorprendió con su prosa y el tema de su famoso monólogo La infanticida que se consideró poco decoroso para una fémina, pero que al mismo tiempo reconoció su calidad y capacidad literaria al concederle un premio en Els Jocs Florals de 1898.
Pero la escritora no se dejó amedrentar por las voces masculinas y reclamó con su pluma la libertad de expresión de la que se beneficiaban los hombres de la época. Ella no quería explicar historias superflúas, sino hablar del ser humano y de su lado más animal para poder adentrarse en su psique y explorar su comportamiento. Ese acercamiento a la naturaleza del hombre es la que encasilla la novela Solitud dentro de la corriente modernista de la época.
En resumen, ¿POR QUÉ DESPERTAR ESTE LIBRO?
La pluma de Caterina Albert te envuelve y te traslada a la atmósfera en la que vive la protagonista empatizando fácilmente con ella. Solitud explora la psicología femenina sacándola de un contexto social y situándola ante la naturaleza en la que encontrará su fuerza para seguir adelante. Una historia que te deja en la memoria el recuerdo de una protagonista valiente llamada Mila.
Más sobre la autora:- VV.AA. Víctor Català (Caterina Albert) LLETRA A Literatura catalana en línea- VV.AA. Caterina Albert (Víctor Català) WEB Escriptors.cat
Fuente de la imagen y de la lectura:Català, Víctor (1996). Solitud. Barcelona: Edicions de la Magrana.
Otras fuentes:
- CAPMANY, Maria Aurèlia (10 abril 2015) Els silencis de Caterina Albert ELPUNTAVUI.CAT
- PESSARRODONA, Marta (6 octubre 2007) Una soledad sonora ELPAIS.COM
- PORCEL, Baltasar (23 enero 2016) 50 anys sense Víctor Català: “He estat, i sóc, una gran observadora” ARA.CAT- PROGRAMA TRIA33 (28 enero 2016) Recordant Caterina Albert (Video TV3)