Existen empresas para quienes registrar cualquier factor relacionado con sus productos es una prioridad, desde envases hasta colores.
De este modo existen colores Pantone del tipo Turquesa Tiffany o Rosa Barbie, en honor a sus respectivas marcas.
En el mundo existen sólo 2 personas que tienen su propio color Pantone.
La primera es Sherry Chris, CEO de una compañía de bienes raíces, que contrató a la empresa para crear su propio tono de rosa. Primero se desanimó cuando le dijeron lo que costaría aunque después decidió que era una oportunidad que no podía dejar pasar.
La compañía creó para ella unas muestras con el color elegido -que correspondía al color de su bufanda favorita- y se le permitió hacer una selección final antes de compartir la fórmula, el resultado: Sherry Chris Pink.
Lo primero que Sherry hizo fue mandar a hacer sus tarjetas de presentación y papelería de su marca con su nuevo color en ellos. Posteriormente mandó a elaborar una silla a la que se aplicó su color, incluso creó el hashtag #thepinkchair.
La segunda persona en poseerlo es el rapero Jay-Z que en 2007 se acercó a la empresa para crear Jay Z Blue, su propio tono de azul basado en una pieza que pertenecía a una motocicleta de su propiedad.
El precio exacto que pagaron estas personas es desconocido, lo que si se sabe según palabras de la propia empresa, es que el proceso cuesta decenas de miles de dólares. Además, lo más usual es que sea contratado por marcas y empresas.
Al final del proceso Pantone proporciona a sus clientes una colección de muestras, utilizadas para hacer coincidir el color cuando se imprime sobre diversos materiales, una fórmula única para crear el color y los valores CMYK.
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