En el mismo, Luis Abril, consejero ejecutivo de Indra y director general de Minsait, explica que “solo el 10% de las compañías cree estar aprovechando al máximo el potencial que ofrece la nube. Capturar ese potencial, con la capacidad de innovación, flexibilidad y adaptación que conlleva, y en un escenario tan incierto como el actual, es un factor estratégico de competitividad. Esa captura pasar por llevar a la nube y modernizar los sistemas tecnológicos que soportan el conjunto de las operaciones en la organización, para poder anticipar diferentes escenarios y facilitar la adaptación del modelo de negocio ante cambios en las fuentes de suministro, los modelos de fabricación, los mercados objetivo y las variaciones de la demanda, ganando en flexibilidad”.
Otros beneficios son la mejora del time to market, la seguridad, la automatización, la estandarización de procesos y la facilidad en la expansión internacional de los negocios, por citar algunos: “En los próximos años las empresas que lideren el camino experimentarán un período de crecimiento y mejora de los márgenes. Las rezagadas correrán el riesgo de perder su posición”, asegura Luis Abril.
Del informe se desprende que un 80% de las más de 100 compañías analizadas comparte dicha visión, al afirmar que su principal motivación para embarcarse en un proceso tan complejo es la garantía de ganar en flexibilidad estratégica y operativa, imprescindible para garantizar su permanencia en un escenario de cambio, presente y futuro, marcado por la incertidumbre. De este modo, un 40% de las empresas ya incluye las iniciativas de modernización y crecimiento en la nube como pilares de su actual plan estratégico (porcentaje que llegará al 80% en un par de años).
La diferencia principal entre la anterior etapa de transformación digital y la que viene es el foco, según ha explicado Silviano Andreu, director de Estrategia e Innovación en Minsait, en la presentación a medios del informe: “Hasta ahora, la digitalización se ha centrado en los procesos de relación con el cliente y la inteligencia de negocio, pero en general no se ha avanzado lo suficiente en las aplicaciones que soportan los sistema críticos de la organización, como puedan ser las cadenas de aprovisionamiento, la fabricación de productos, o el procesamiento de servicios y tecnologías legadas. La digitalización tampoco ha entrado de lleno en los sistemas de recursos humanos ni en los económico financieros. De lo que estamos hablando ahora es de modernizar y migrar todos los sistemas de forma integral a infraestructuras de nube con garantías de seguridad y soberanía del dato. Se trata de dar un paso imprescindible para cerrar el gap entre nativos digitales y jugadores tradicionales”.
Madurez de los diferentes sistemas analizados: el puesto de trabajo, el más avanzado a raíz de la pandemia
Los datos recabados en el informe ponen de manifiesto que, efectivamente, pocas son las compañías que se han lanzado plenamente a modernizar los sistemas que soportan el corazón de sus operaciones, debido, entre otros factores, al riesgo percibido por el cambio tan drástico que supone en la operativa y en el núcleo de sus sistemas: la mayoría se ha adaptado a los nuevos escenarios de forma aislada y coyuntural, no como una estrategia global de negocio.
Así, se observan avances significativos en la modernización de los puestos de trabajo, acelerada por la pandemia, con un 58%; en los sistemas comerciales, con un 50%; y los económico-financieros, con un 36%. Los ámbitos de información y los relacionados con el dato tienen también un grado de modernización en general más elevado, pues se entiende que la relación riesgo-beneficio es más gestionable: algo más de un 41% de las empresas afirma tener modernizados los ecosistemas de datos, destacando la flexibilidad y capacidad de escalar que les proporciona la nube para la gestión y el tratamiento de la información. Frente a estos avances, el 65% de las organizaciones aún tiene sus sistemas core sobre tecnologías tradicionales no digitales.
Energía y telecomunicaciones, los sectores más maduros en digitalización profunda
El análisis de los 10 sectores analizados (Administraciones públicas, industria, consumo y retail, construcción, banca, otras entidades financieras, seguros, energía, telecomunicaciones y media) revela que las empresas más avanzadas en iniciativas de modernización y crecimiento en nube son las telecomunicaciones y las energéticas, que muestran altos niveles de madurez en casi la totalidad de los sistemas. En el caso concreto de energía, el 91% de las empresas ha implementado sistemas modernizados; y en el de telecomunicaciones, a pesar del avance reflejado, todavía debe consolidar las actividades en curso para alcanzar una estrategia integrada. Junto a ellos, el sector de media ha dado grandes pasos para responder a un perfil de consumo digital cada vez más exigente y donde la agilidad y los modelos de gestión del dato son claves para mantener a los consumidores.
A medio camino se quedan la banca u otros proveedores de servicios financieros, frente a resultados obtenidos en informes anteriores centrados en ciberseguridad o dato y analítica, en los que mostraban un grado de madurez más elevado.
Otros sectores más retrasados son construcción, industria y servicios, consumo o seguros donde, si bien hay claros intereses para llevar a cabo la modernización de los sistemas tecnológicos, aún no han tomado la delantera en los procesos de decisión al más alto nivel. En última instancia, se sitúan las Administraciones públicas, de las que solo el 13% ha modernizado sus sistemas y apenas el 47% tiene entre sus prioridades el evolucionarlos. La falta de recursos humanos, la obsolescencia tecnológica o los miedos para adaptar los procesos más críticos son sus principales limitaciones.
En el cruce entre sectores y sistemas, los resultados son dispares pero apuntalan las conclusiones previas. Para los sistemas comerciales, el nivel de madurez de telecomunicaciones, energía y construcción es elevado, medio para seguros, medios de comunicación, industria y banca, y bajo para consumo y Administraciones públicas. En los sistemas core, los únicos avanzados son telecomunicaciones y energía, seguidos de seguros con un nivel medio. Todos los demás cuentan con un nivel de madurez bajo. Los ecosistemas de datos muestran igualmente avanzados a telecomunicaciones y energía, mientras seguros y banca están en un nivel bajo y el resto en un nivel medio. En cuanto a los sistemas corporativos, el único avanzado es energía, siendo bajos consumo y Administraciones públicas y el resto en la media. Las operaciones en tiempo real solo han sido objeto de análisis para industria, que se encuentra en un nivel medio, y telecomunicaciones y energía, que se encuentran en el nivel bajo. El puesto de trabajo es el más avanzado entre todos los sectores, con un nivel de madurez alto en construcción, energía, industria, consumo, seguros y telecomunicaciones, y medio en el resto.
Las iniciativas de modernización y crecimiento en nube precisan un impulso en varios ámbitos
Estos resultados indican que la decidida apuesta estratégica por parte de la dirección hacia las iniciativas de crecimiento y modernización en la nube necesita de un fuerte impulso en forma de cierre de acuerdos, dotación de recursos, búsqueda de talento y definición de planes de gestión y seguimiento para llegar a buen puerto. La realidad es que, a día de hoy, solo el 16% de las organizaciones cuenta con dotación presupuestaria ad hoc para impulsarlas, y un 46% no tiene aún líderes definidos. Otras carencias relevantes son la falta de talento especializado, que reconoce un 59%, y la escasa alineación entre las áreas de negocio y tecnología, que asume un 55% de las organizaciones. Además, solo el 34% de las empresas entrevistadas ha establecido acuerdos estratégicos a largo plazo con proveedores de nube e hiperescaladores (AWS, Microsoft y Google).
La definición y el seguimiento de planes de modernización tampoco están normalizados: se denota ausencia de planes de recursos globales que tengan en cuenta las diferentes actividades del proceso de modernización (63%) o de planes globales de migración y convivencia para los sistemas legados vs cloud (77%), o modelos de gobierno cloud (57%).
A nivel de ciberseguridad hay un foco relevante en la seguridad del dato, donde el 80% de las compañías han diseñado mecanismos de supervisión, si bien de cara a la transición a la nube el 57% no cuenta actualmente con planes de seguridad ni con CSF (cyber strategy framework).
Frente a estas carencias, desde Minsait recuerdan que contar con un partner de referencia con capacidades end to end y un sólido expertise vertical contribuye a definir e implantar una estrategia que ayude a capturar el valor de estos desarrollos para mejorar las operaciones y aprovechar las capacidades que ofrecen los nuevos sistemas, y a transitar por estos nuevos territorios. Para Minsait, una buena propuesta es aquella que cuenta con una perspectiva completa e integral, no iniciativa a iniciativa, bajo una plataforma de negocio tecnológica, donde todas las aplicaciones de sistemas estén ordenadas con un enfoque consistente y sobre el que pivote el modelo estratégico de negocio de cada compañía, actual y futuro.