Viviendo continuamente un presente agotador y un futuro incierto.
Lo sano es emplear la energía en su justa medida en cada momento, dosificándola y empleándola en el presente, en donde cultivaremos de forma natural, un futuro, que se convertirá en un presente fructífero.
Sentir esta realidad, que lo que estamos viviendo bueno o malo es único, pero será pasajero, porque no existe nada eterno, es la manera más natural y sana de gestionar nuestra energía, evitando así malestares de todo tipo y disfrutando más de la vida.
Comienza cada nuevo día agradeciendo y con el pensamiento de que todo lo que vivirás será lo mejor. Y sin expectativas, deja que el día te sorprenda.
Ocupate en cada momento de lo que la vida te presente y pon en ello toda tu energía. Practicando de éste modo uno de los cinco principios…
Solo por hoy no me preocupo.