El Málaga sacó el punto que necesitaba de La Catedral pese a Muñiz Fernández y a Villar. Ante un Athletic que jugaba con 14 (los once de campo, el árbitro y los jueces de línea) y que gracias a ésto, sólo pudo evitar la derrota ante el equipo andaluz.
Recio marcó su segundo gol en Primera, Baptista estuvo muy cerca de hacer el 0-2 en varias ocasiones fallidas, al igual que Juanmi, que hizo un gran papel.
Pero se ve que la orden llegó desde arriba en el descanso. Tras el mismo, el árbitro mostró una notable diferencia de criterio siempre a favor de los leones. Varios de los jugadores rojiblancos merecieron la expulsión, pero sin embargo, el que salió del partido antes de tiempo fue Martin Demichelis por un penalti inexistente a Llorente. David López lanzó el balón a la madera marrando la oportuindad, pero ésto no podía quedar así, por lo que el árbitro de nuevo pitó penalti en el rechace por mano de Eliseu. Debe ser algo histórico que se piten dos penas máximas en una misma jugada pero el señor Villar no puede permitirse el lujo de no ver el próximo año a su equipo en Europa. Esta vez, David López no falló y puso el empate con el que se llegaría al final: 1-1 y todos contentos.
El próximo sábado a las 18:00 se disputará el Málaga-Barcelona para cerrar y celebrar el final de una temporada que ha acarreado más agravios que frenesí. Esperemos que los años venideros traigan más tranquilidad a la grada de La Rosaleda.