¿Alguna vez has estado en un largo viaje por carretera y después de conducir cientos de kilómetros, ves una señal que dice que tu destino está a sólo treinta kilómetros de distancia? Se podría pensar que los últimos kilómetros pasarían rápidamente, pero parecerá que pasaran muy lentamente. La última parte de un viaje puede ser la más difícil.
Lo mismo puede decirse de nuestra fe en circunstancias difíciles. Mi padre me dijo una vez: “Hijo, cuando tengas ganas de darse por vencido, cuando sientas que tu vida perdió sentido y ya no escuchas a Dios, ¡resiste! Esa última parte es la más difícil”.
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón” (Hebreos 10:35).
Quiero alentarte a resistir un poco más. Sé que tú puedes sentir que tu sueño nunca se hará realidad y que deseas rendirte. Pero Dios te está diciendo: "Espera un poco más, querido. Tu victoria está a la vuelta de la esquina".
He conocido a tanta gente que vive una vida de mediocridad porque las promesas de Dios a ellos fueron lentas en materializarse. Si hubieran resistido un poco más, habrían visto el cumplimiento que anhelaban. Pero abandonaron su fe, se alejaron del valor, abandonaron su sueño y propósito. Y al hacerlo, comenzaron a vivir una vida de callada desesperación porque ya no confiaban más en Dios.
Cuando ya no creemos que Dios pueda hacer grandes cosas, nos movemos en nuestras propias fuerzas, completamente sin Su poder. Así que resiste un poco más porque "después de haber hecho la voluntad de Dios, recibirás lo que Él ha prometido".
Posted by World Challenge