El niño cayó en la acera y perdió el conocimiento. Acto seguido comenzó a sangrar por todos los orificios: Boca, nariz, oídos…
Se estaba desangrando ante la mirada impotente de una madre desesperada, que lo cargó en sus brazos y se tiró a la calle buscando un auto que los trasladara de inmediato a un hospital.
Un hombre se acercó. No tenía aspecto de médico, más bien de carnicero o algún oficio parecido a juzgar por la vestimenta y el cuchillo que extrajo de un pequeño bolso.
-Esto es de urgencia, tenemos que operarlo-dijo y se dispuso a rajar la piel.
-Espera-lo detuvo la madre angustiada-¿Usted es médico?
-No. Pero soy una buena persona
-Pero necesito un médico o alguien con auto que nos lleve ahora a un hospital-lloraba con desesperación.
-Tampoco tengo auto pero soy buen padre, buen hijo, buen esposo y quiero salvar al niño, amo a ese niño.- insistió
Ella le dio la espalda y se alejó, buscando el modo de salvar a su hijo, porque sabía que ese hombre era un perdedor que no le serviría de nada.
Y en esto hay una analogía que aplica para las relaciones romántico-sexuales: Puedes ser el hombre más romántico del mundo, el más dulce, el más bueno, el que está dispuesto a protegerla y amarla, sin embargo, si no tienes la capacidad de darle lo que hace que una mujer se sienta atada a un hombre, si no eres capaz de transmitirle emociones positivas y alegrías a su vida, entonces de nada te servirán esas cualidades.
Eso explica por qué muchas mujeres desprecian a hombres buenos, cariñosos y trabajadores (ese tipo de hombres a los que ellas dicen buscar) por otros que son unos auténticos Hijos de P…, tipos que incluso las meten en problemas, tipos a los que ellas justifican alegando que tuvieron un triste pasado que los marcó y por eso son así, pero que en el fondo son buenos, y hasta quieren ser sus salvadoras, todo porque les proporcionan emociones y placer, en fin, ellos portan algún valor.
¿Será que no se puede ser bueno? ¿Será que hay que comportarse como un hijo de P…para que te quieran? Nada de eso. Lo que tienes que hacer es tomar las cualidades de esos Hijos de P…: Hombres seguros de sí mismos, que saben lo que quieren y se enfocan en conseguirlo, que no buscan la aprobación de ninguna mujer, que no necesitan de ellas para sentirse completos… y desechar los defectos de los chicos buenos: Chicos predecibles y aburridos que dicen que sí a todo con tal de quedar bien con ellas y terminan siendo unos cachorritos, todo lo contrario a un macho fuerte que es lo que las atrae en realidad.
Entonces, ni chico bueno ni Hijo de P… solo se un buen tipo… con carácter.