Revista En Femenino

Sólo una de cada tres mujeres mantiene la visita al ginecólogo a partir de los 65 años‏

Por Fat


La llegada de la mujer a la madurez trae consigo nuevas problemáticas y enfermedades que modifican las prioridades en cuestión de salud y relega a un segundo plano la visita al ginecólogo. De hecho, sólo una de cada tres mujeres mayor de 65 años continúa visitando al ginecólogo de forma rutinaria, según el doctor José Luis Neyro, coordinador de la novena edición del Curso de Menopausia y Climaterio que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) celebra en Bilbao.
Según este experto, no hay una edad límite para las visitas al experto, sino que toda mujer debe acudir al ginecólogo “siempre que se tengan síntomas que condicionen o alteren su calidad de vida”. Sin embargo, -insiste el doctor Neyro-, “la mayoría de las mujeres priorizan la visita a otros especialistas confiadas de que el cuidado ginecológico a partir de los 65 años ya no es imprescindible, lo que provoca que alrededor de la mitad de las féminas no vaya nunca a la consulta en esta edad”.  El doctor Neyro insiste en que esta decisión “representa un error, ya que la mujer no deja de serlo por envejecer y su asistencia debe ser integral, asegurando la calidad de su salud vaginal”.
Precisamente, a juicio del doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), uno de los fines que persigue la celebración de este tipo de Cursos, en el que se actualicen los protocolos de tratamiento en la atención sanitaria que recibe la mujer para que podamos aplicarlos de manera individualizada a cada paciente y a cada edad. Se trata de fomentar la formación de los especialistas implicados en el tratamiento de los posibles trastornos que pueden presentarse en la mujer madura y promover el conocimiento y la educación sanitaria de la mujer en torno a la menopausia”.
La incontinencia como síntoma prevalente Y es que, pese a la opinión mayoritaria, la salud de la mujer durante la madurez también debe ser controlada y promocionada dentro de la especialidad ginecológica,  enfocándose, entre otras cosas, a tratar de equilibrar la vagina, disminuir la sintomatología y prevenir el descenso genital, vigilar los desajustes del suelo pelviano o la incontinencia urinaria. 
Precisamente esta última, la incontinencia urinaria, es uno de los principales trastornos en esta edad y que afecta aproximadamente al 40% de las mujeres mayores. “La denominada incontinencia urinaria de esfuerzo, a diferencia de otros tipos de incontinencia, tiene muchas opciones terapéuticas, por lo que hay que valorar cuál es el ámbito de aplicación real de estas nuevas posibilidades de tratamiento", explica el doctor Neyro.
Los avances realizados en los últimos años han propiciado que, hoy en día, se puedan tratar y corregir más del 90 por ciento de los casos de incontinencia de esfuerzo, así como prevenir y evitar un alto porcentaje de las desencadenadas por partos o cirugías. En opinión de estos especialistas, “entre los diferentes factores que han contribuido a esta mejora generalizada podemos citar el diagnóstico -que es cada vez más exacto y permite realizar un tratamiento adecuado a cada caso particular, el disponer de tratamientos cada vez más eficaces, menos agresivos y con menos complicaciones; y la posibilidad de tratar esta patología con un equipo multidisciplinar que facilita un abordaje integral del problema”.


Volver a la Portada de Logo Paperblog