Es una técnica de las llamadas proyectivas. Fue creada por Hermann Rorschach y parte de la idea de que una persona al ver una imagen ambigua y desestructurada trabajará para dotar de orden a dicha imagen.
Como hemos señalado con anterioridad nuestra mente odia el caos, por lo que dedica innumerables esfuerzos en imponer un mínimo de sentido a aquello que percibe. Pero una misma imagen puede ser interpretada de varias maneras por distintas personas y es ahí donde cada uno pone una parte de sí mismo.
El test consiste en la presentación de 10 láminas constituidas por manchas de tinta simétricas respecto a un eje central algunas de ellas en blanco-negro y otras en color. El sujeto debe indicar lo que le sugieren.
Para el psicoanálisis las personas proyectarían en las imágenes aquello que no desean reconocer, lo que más vergüenza les produce, los impulsos más inaceptables. Actualmente se considera la proyección de las imágenes como una tendencia natural en el ser humano para dotar de sentido a aquello que le rodea.
Analicemos de forma esquemática las láminas que componen este test, pero si antes queréis poneros a prueba, en internet podéis encontrar algunas adaptaciones:
www.elmundo.es
www.lasprovincias.es
El test de Rorschach es de muy difícil aplicación ya que no sólo se analizan las respuestas del sujeto sino también el tiempo que tarda en responder, la posición desde la que observa la lámina, si se fija en todo el conjunto o en una parte, el movimiento… De tal manera que p.e una respuesta muy rápida puede indicar cierta impulsividad, mucha riqueza argumental exceso de actividad… Es por lo tanto necesario tener mucha experiencia para poder dar un uso fiable a este test.
El Test de Rorschach es además eminentemente clínico se desarrolló para detectar pensamientos alterados, el mismo autor siempre fue escéptico respecto a su uso como test proyectivo de personalidad. Sin embargo, su difusión ha sido máxima abarcando ámbitos como la selección de personal, forense…