Solomillo de cerdo con salsa de champiñones al albariño

Por Marisma

Este mes me  tomaré con más calma las publicaciones. Tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo, no os extrañéis si no me veis asomarme en vuestras cocinas, es que estaré bastante ocupada. Aún así procuraré publicar algo pero no prometo nada.

En casa nos gusta mucho el solomillo de cerdo. A veces lo hago entero tipo asado pero a la plancha es mucho más rápido de cocinar y además se puede tener la salsa hecha con antelación. Luego es solo marcar el solomillo y preparar la guarnición, en este caso unas patatas a lo pobre. Y aprovechando que un amigo me había regalado una botella de albariño y que tenía abierta quise darle un toque a esta rica salsa con este vino y quedó riquísima.

*Con estos ingredientes salieron raciones  para tres personas

*Sobrará salsa que se puede utilizar posteriormente o congelarla en un tarro

INGREDIENTES

-un solomillo de cerdo

-una cebolleta fresca

-1/4 kg. de champiñones frescos

-1/2 vaso tamaño agua de vino  de albariño

-1/2 vaso de agua

-perejil picado

-aceite de oliva y sal

PREPARACIÓN

Primero haremos la salsa que luego reservaremos. En una sartén mediana ponemos tres cucharadas de aceite a calentar en el fuego mediano. Pelamos y picamos la cebolleta bien fina y cuando esté el aceite caliente la echamos moviendo de vez en cuando hasta que empiece a estar transparente.

Mientras, limpiamos los champiñones. Les quitamos el trozo que tiene tierra y los lavamos con cuidado. Los laminamos y los ponemos en un plato. Rociamos con un chorrito de zumo de limón para que no ennegrezcan. Cuando esté la cebolla bien frita añadimos los champiñones laminados, perejil picado y movemos bien todo y dejamos que se hagan cinco minutos.

En este punto añadimos el vino, movemos bien, y ahora el agua. Añadimos sal y movemos de nuevo todo el conjunto. Dejamos cocer otros  cinco minutos.

Echamos los champiñones en el vaso de la batidora reservando algunos enteros para que se vean en la salsa y batimos bien el resto. Pasamos la salsa por el chino para que quede más fina al paladar y reservamos en una cazuela.

Ahora preparamos la guarnición. En este caso preparé unas patatas a lo pobre pero también queda bien con puré de patata o guisantes, o patata asada, eso ya va en gustos. En el último momento hacemos el solomillo. Lo ponemos entero en la tabla de madera y le limpiamos bien la grasa que tenga con un cuchillo bien afilado. Lo cortamos en rodajas que no sean finas, como de un centímetro o así.

Ponemos una sartén o plancha al fuego fuerte y echamos dos cucharadas de aceite. Cuando esté caliente ponemos unas rodajas de solomillo, solo marcarlo, que no quede muy hecho. Lo haremos en dos tandas.

Al mismo tiempo ponemos la cazuela de la salsa a calentar si le hiciese falta. Damos ahora la vuelta a las rodajas de solomillo con una tijereta larga y las sacamos a una fuente.

Servimos en cada plato unas rodajas de solomillo, ponemos la guarnición a un lado y salseamos dejando salsa aparte para que se sirva más el que quiera.