Me encanta el solomillo de cerdo, tanto si es ibérico como si no. Lo cierto es que en casa les gusta sin más, es decir, a la plancha. Esta vez tenía unos medallones de foie en la nevera y se me ocurrió esta fanfarria de relleno que resulta casi, casi festivo.
Si tenéis un compromiso en forma de cena podéis sorprender a vuestros invitados con este delicioso plato. La guarnición es de cebollitas y manzana.
Yo compré dos solomillos, pensando que mis dos adolescentes los devorarían, pero sólo nos comimos uno y el otro resultó ser una sobra deliciosa para el día siguiente.
Para 8 personas:
- 2 solomillos (de 400-500g aprox cada uno) abiertos como un libro
- 2 medallones de foie de pato o de oca (200 g)
- 200 g de jamón serrano en lonchas finas
- cebollitas francesas
- 2 manzanas
- un vaso de vino blanco
- agua
- sal
- aceite de oliva virgen
Se pide al carnicero que nos abra los solomillos (gracias Joaquín) en forma de libro y que nos dé un poco de cuerda de bramante para atarlos. Se precalienta el horno a 200-225ºC con calor arriba y abajo.
Se extiende el solomillo en la encimera y se cubre de lonchas de jamón por toda su superficie. Se corta un medallón en tres o cuatro láminas (para eso es mejor que esté frío) y se disponen en el centro:
Se enrolla el solomillo, apretando bien durante la operación y se ata con cuerda para que no se salga el relleno.
Se hace lo mismo con el otro solomillo. Se pone en una sartén un poco de aceite de oliva y cuando esté caliente se doran los solomillos por todos sus lados. Se sacan y se ponen en una fuente de horno.
Se añade un poco se agua a la sartén, para desglasar y obtener los jugos de la carne. Empezará a hervir, se le da unas vueltas con el mango para que evapore un poco el agua y se vierte sobre el asado.
Se agrega un poco mas de aceite en la superficie del solomillo, se incorporan las cebollitas peladas y enteras y la manzana pelada y cortada en gajos. Se salpimenta no mucho, pues el jamón aporta ya sal.
Se agrega el vaso de vino blanco y se introduce en el horno. Se tiene en el horno por espacio de una media hora o el tiempo que tarde en dorarse el asado y hacerse las manzanas. Se puede regar con un poco de agua si se queda muy seco.
Este es el aspecto tras el horneado:
Se corta cuando esté templado, tras quitarle el hilo. Se sirve con la salsa muy caliente y la guarnición de cebollitas y manzanas.
Este es el aspecto que tenía la carne al día siguiente, si cabe más deliciosa aún...