Este pedazo de plato lo extrapolé del gran blog, y referente, "Gastronomía y Cía" (ver su receta) Y como soy de esos que saben colgar los laureles a quien se lo merece, pues ahí va mi humilde mención. Dicho lo cual paso a presentaros esta estupenda receta, muy fácil de preparar y que sin duda, colmará vuestras expectativas culinarias, poco calóricas y nocturnas. Un solomillo de pavo jugosísimo, aderezado con una salsa de naranja, cebolla, mostaza, romero, soja... que te catapultará a la estratosfera de los sabores (si es que ese lugar existe, claro está) Venga, abróchate que nos vamos... ¡mandiles arriba!
INGREDIENTES (2 personas)
2 solomillos de pavo
2 naranjas (y su ralladura)
1 cebolleta
Un chorrito de salsa de soja
1 cda de mostaza de Dijon
1 cucharadita de azúcar
Romero fresco
Sal, pimienta y Aceite de Oliva Virgen Extra
Tiempo: 20 minutos
Limpiamos y secamos bien el solomillo de pavo. NOTA: Yo usé pavo pero probad si queréis con una jugosa pechuga de pollo, el resultado debe ser de órdago también.
Por un lado mezclamos en un bol el zumo de las naranjas, un chorrito de salsa de soja, la mostaza, el azúcar, el romero fresco, la pimienta, la ralladura de la piel de naranja, y si te atreves, anímate con un poco de picante (unas gotitas de Tabasco) Reservamos para un futuro uso, que no tardará mucho en llegar.
En una sartén con un par de un buen aceite de oliva, pochamos la cebolla cortada en brunoise (trocitos). Unos 10 minutos a fuego medio bastarán. Sacamos la cebolla y reservamos.
Aprovechamos el aceite restante para dorar (o sellar) el solomillo de pavo. Subimos el fuego y lo marcamos bien por todas sus caras. Reincorporamos a escena la cebolla y vertemos nuestra salsa.
Dejamos cocinar todo el conjunto unos 10 minutos a fuego medio-alto y vamos a ir regando con la salsa la parte del solomillo que no esté en contacto con la sartén. Para ello inclinamos un poco la sartén y vamos recogiendo los jugos con una cuchara y vertiéndolo sobre el pavo. De esa forma nos aseguramos que se vaya cocinando y caramelizando al mismo tiempo.
Sacamos el solomillo a un plato y cubrimos con la salsa de naranja. Decoramos con unas ramitas de romero y listo. ¡Que aproveche, hitchcookianos!
Acompañamientos: puré de patatas, una buena ensalada templada, unas patatas gajo... Tú mandas, sólo escúchate.