Verdad que están buenas???
Pues hoy vamos a hacer un pequeño cambio y vamos a preparar un solomillo de cerdo villarroy.
Os aseguro que se queda tierno, jugoso, con esa bechamel que se escurre cuando lo cortas...uummmmm.
Y si lo acompañamos con unas patatas fritas o una ensalada ya tenemos una cena de lujo.
Lo primero es cortar en filetes el solomillo, de forma un poco transversal y así los filetes nos quedan un poco mas grandes.Lo sazonamos y lo reservamos.
Necesitaremos hacer una bechamel, así que vamos con ella.
Ponemos en un cazo una cucharada de aceite y 50 gr de mantequilla a fundir.
Añadimos 100 gr de harina y la dejamos tostarse un poco sin dejar de remover para que no se pegue.
Vamos añadiendo, medio litro de leche, y removemos bien hasta conseguir una bechamel un poco espesa. Ponemos sal , pimienta y un poco de nuez moscada.
Reservamos hasta que se temple un poco.
Mientras se templa la bechamel pasamos los filetes por una sartén untada de aceite, solo para sellarlos, pues terminarán de freírse una vez rebozados.
Ponemos los filetes de solomillo en un plato y vamos cubriéndolos con una capa generosa de bechamel, y los dejamos reposar unas horas en la nevera.
Ahora solo nos queda pasarlos por harina, huevo, pan rallado y de nuevo huevo y pan rallado.
Con esto conseguimos un rebozado sabroso y crujiente.
Freímos en aceite no demasiado caliente hasta conseguir que el rebozado esté dorado, pero les haya llegado el calor al interior, de ahí que sea muy importante la temperatura del aceite.
Vamos retirando a un plato sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa y listo.
Servimos bien calientes.