Indiferencia total y absoluta es lo que genera el film de Burton. Dentro de lo estrambótico del mundo y estética típica de su director, el argumento principal está repleto de tópicos, de personajes irrelevantes, y de ciertos saltos de género que torturan al espectador al romper el ritmo del metraje. El tramo final es definitivamente ridículo, caótico y llegados a este punto, dan ganas de dejar de verla. Tim, creo que es la hora de la retirada.
Mi Puntuación: 4.9