“Something Big“, película (no la he visto) de 1971, protagonizada por Dean Martin y Brian Keith, aquí se títuló “La Primera Ametralladora Del Oeste”, lo cual no resulta demasiado sorprendente dado que es un western graciosito sobre un tipo que sueña con tener una ametralladora (Y aún se promocionaba con un revelador “Everybody wants to do something big once in his life. It’s just that most people don’t have to hold up a stagecoach, steal a girl and swap her for a gun to do it”). En fin, dudo que vaya a verla, y en cualquier caso si hay que echarle la culpa alguien por destripar el argumento, que se lo echen al muy creativo traductor del título o a los publicistas que se encargaron de promocionarla. Este no es, en cualquier caso, un blog sobre cine, sino uno (bastante regularcito) sobre canciones, y por supuesto hay una razón de peso para empezar hablando de cine: la magnífica -esto sí- canción de Burt Bacharach y Hal David del mismo título que servía como tema principal de la película antes mencionada, si bien nos referiremos aquí a una versión posterior.
La primera versión conocida es efectivamente la registrada en 1971 por el intérprete Mark Lindsay (miembro de los exitosos Paul Revere And The Raiders) para aquella banda sonora, y diría que es maravillosa si no fuera porque dos años más tarde el propio Bacharach abriría su LP “Living Together” con una interpretación propia que deja los superlativos a la altura del betún.
Efectivamente, suena como otra canción del extraordinario repertorio compuesto duplo David/ Bacharach (pobre Hal, siempre eclipsado por Burt, vamos a ponerlo a él primero por una vez) en la que la estupenda letra sobre la ambición de la juventud y las ganas de más se ven refrendadas por una interpretación que rezuma optimismo y energía entre sonrisas de champagne.
“Like a grain of sand
That wants to be
A rolling stone
I want to be the man
I’m not,
And have the things
I really haven’t got,
And that’s a lot“
Curiosamente, casi podría decirse que los logros de Bacharach con respecto a la versión con Lindsay se alcanzan “restando intensidad”, reduciendo el burbujeante easy listening a una suave cadencia de bossanova, y tiñéndola de una melancolía más propia de la madurez. La letra es la misma, pero no el tono: como si los coros que prometen una vida de éxitos grandeza fueran ahora considerados cantos de sirena, promesas que nunca serán cumplidas. Hay algo fascinante y hermoso en ese desencanto, una suerte de esperanza en clave menor: los años que hemos dejado atrás no pasaron en balde.
Esta preciosa canción aun conocería varias versiones en el futuro, de las cuales probablemente la más exitosa sea la grabada en 1999 por Jim O, Rourke, fan confeso del compositor estadounidense (tiene un disco de versiones titulado “All Kinds of People Love Burt Bacharach“, sin ir más lejos) y cuya interpretación se arrima a las claves aportadas por este: merecidísimo tributo a un grande entre los grandes.