Las decisiones que toman los demás influyen en nuestras decisiones, generalmente sin que nos demos cuenta, ha comprobado un estudio que ha combinado las matemáticas con la psicología cognitiva. Ya se sabía que nuestros comportamientos tienden a alinearse con los de los demás, pero ahora sabemos que nuestras decisiones, también.
Las personas aprenden a evaluar el nivel de prudencia, de paciencia o de pereza que muestran los demás después de observarlos, y lo que es más importante, eso influye sobre sus propias decisiones, incluso sin que se den cuenta, informa el INSERM en un comunicado.
Este descubrimiento, realizado por científicos franceses, puede tener consecuencias en las neurociencias, porque se desprende de sus conclusiones que las decisiones que toman los vecinos influyen en nuestras decisiones.
Los científicos estudiaron el comportamiento de un grupo de personas que debían tomar decisiones que implicaban bien la prudencia, bien la paciencia o bien un esfuerzo. Y descubrieron que, después de observar lo que hacían los demás, los participantes en el experimento imitaban su comportamiento, incluso sin darse cuenta.
Con este experimento, los investigadores pretendían comprender cómo tomamos las decisiones cotidianas, y determinar si es una cuestión de personalidad registrada en nuestros genes, de un proceso educativo o resultado de las interacciones sociales. Este fenómeno, dicen los investigadores, se conoce como sesgo de contagio social, y significa que nuestra actitud tiende a alinearse con la de los demás. Se le conocía asociado a ciertos comportamientos, pero este estudio lo ha descubierto también asociado a los procesos de toma de decisión. Fuente: Tendencias CientificasLearning about and from others' prudence, impatience or laziness: The computational bases of attitude alignment. PLOS Computational Biology. DOI: http://dx.doi.org/10.1371/journal.pcbi.1005422Más información