Fin de trayecto para los Hooray For Earth, una lástima. Me enteré el otro día de la noticia de su separación y volví a darle un par de escuchas a su último disco, “Racy“, publicado en julio de este año. Y la verdad, sí que me da algo de pena: puede que este que ha acabado por ser su álbum de despedida sepa a poco después de aquel fabuloso “True Loves” con que les descubrí en 2011 (qué mentira más gorda, Sr. Helvetica: fue en marzo de 2012, y te tiraste de los pelos por no haberlos incluido en tu selección de canciones favoritas de aquel año), pero este de 2014 no es ni mucho menos es un mal disco.
La portada (una imagen en blano y negro de Noel Heroux -frontman de la banda- empuñando una guitarra eléctrica) no es casual: efectivamente, en este disco vamos a encontrar una mayor presencia de las guitarras que en el predecesor, lo cual no desdibuja el modo, tan elegante como emocionante, con que Hooray For Earth abordaban el trilladísimo escenario del synth-pop. Quizás las referencias a Depeche Mode o The Knife hayan dejado de ser tan evidentes, y la cosa quede ahora en un punto interesante entre Arcade Fire y Future Islands: ¿synth-rock? nada demasiado novedoso, en realidad, pero lo que hacen, lo hacen (mierda, hacían…) muy bien.
La alusión al último de los grupos citados no es casual: el responsable de la producción de “Racy” es Chris Coady, también productor del hoy tan alabado “Singles“, y desde luego las similitudes sonoras entre una y otra banda no son pocas. Hablamos por tanto de composiciones épicas en las que los sintetizadores y las guitarras compiten por rugir del modo más intenso posible, y en las que se muestra la gran puntería de Heroux para las melodías excitantes: las mejores son, con bastante seguridad, las que encontraremos entre “Say Enough” y la pista que da título al álbum, pero en cualquier caso las canciones restantes merecen la escucha.
El caso es que “Somewhere Else” no ha sido promocionada como sencillo del disco, pero desde luego sí que es mi favorita del lote. Es más, creo que debería gustar a todo el mundo, ahora que parece que existe tanta unanimidad en lo que respecta a “Seasons (Waiting On You)” y que no ha llegado (aún) el momento de despotricar contra M83: a falta de una garganta como la de Sam Herring, la distorsión cubre con textura rugosa una melodía candente, de esas que tan bien le salen a Anthony Gonzalez cuando no le da por el desbarre sinfónico. El brillante resultado -acabó en el puesto 35 de mi lista de canciones favoritas del 2014- reúne así las cualidades de un cometa atravesando el espacio, alejando su estela flameante de nuestro punto de observación hasta desaparecer (ay) en un fondo oscuro plagado de estrellas.