Sommartårta, una tarta perfecta para terminar una barbacoa

Por Pablodgourmet

Ya estamos en pleno verano y como no podía ser de otra manera comer o cenar en el jardín con la barbacoa y los amigos es parte fundamental del buen tiempo.

Las carnes de ternera o cerdo a la brasa, con ese aroma ahumado, acompañados de pimientos, calabacines o unas patatas hasselback son los protagonistas de la mesa.

Pero para terminar una copiosa comida o una agradable velada, nada mejor que un pastel o una tarta con ingredientes de temporada como frambuesas y fresas acompañados con sabores de vainilla y menta que darán el contrapunto perfecto para terminar con un postgusto intenso y jugoso.

Origen del plato: Suecia.

Tiempo de preparación: 60 minutos

Tipo de plato: Postre

Ingredientes para el bizcocho de frambuesas:

- 2 huevos medianos de gallina
- 80 gr de azúcar negra de caña
- 75 gr de harina
- 2 cucharadas de café de levadura en polvo
- 1 cucharada de café de sal
- 30 gr de frambuesas

Ingredientes para el bizcocho de vainilla:

- 3 huevos medianos de gallina
- 75 gr de azúcar blanca de remolacha
- 90 gr de harina
- 2 cucharadas de café de levadura en polvo
- 1 cucharada de café de sal
- 2 cucharadas de café de esencia de vainilla
- 1/4 cucharita de café de menta en polvo

Ingredientes para terminar:

- 500 gr de frambuesas
- 1 kgr de fresas

Elaboración del bizcocho de frambuesas:

Pon a calentar el horno a 180º.

En un bol echa las claras de los huevos y bátelos muy bien, cuanto más lo batas más esponjoso te quedará.

Echa las yemas de los huevos y el azúcar y bátelos hasta que el azúcar no se note.

En el bol echa la harina tamizando con la levadura y la sal, y bátela con una espátula con movimientos envolventes hasta que quede todo bien mezclado.

Añade las frambuesas repartiéndolas por la mezcla y bate pero sólo un poco, lo suficiente para que esté bien repartido.

Engrasa un molde con mantequilla y harina.

Echa la mezcla en el molde y métela en el horno durante 15 minutos o hasta que al pincharla con un palillo, éste salga bien límpio.

Saca la bandeja del horno y tápala con un paño, dejándola reposar unas 12 horas.

Elaboración del bizcocho de vainilla:

El proceso es similar al anterior pero con unos sutiles cambios, pero por si acaso describo cada paso.

Pon a calentar el horno a 180º.

En un bol echa las claras de los huevos y bátelos muy bien.

Echa las yemas de los huevos y el azúcar y bátelos hasta que el azúcar no se note.

Añade la esencia de vainilla, la menta y la sal y sigue batiendo, varios minutos, es importante este paso para que esté bien mezclada la vainilla y la menta.

En el bol echa la harina tamizando con la levadura, y bátela con una espátula con movimientos envolventes hasta que quede todo bien mezclado.

Engrasa un molde con mantequilla y harina.  Para que el resultado final sea el que aparece en las fotos, te recomiendo que uses un molde de bundt, por un lado porque tiene el agujero central y por otro lado por la diversas formas que tiene en las paredes lo que hace que el resultado sea más bonito.

Echa la mezcla en el molde y métela en el horno durante 20 minutos o hasta que al pincharla con un palillo, éste salga bien límpio.

Saca la bandeja del horno y tápala con un paño, dejándola reposar unas 12 horas.

Terminamos:

Pasadas las horas recomendadas, ya puedes montar los dos trozos que preparaste antes.

En mi caso opté por colocar el bizcocho de frambuesas debajo, al haber usado un molde más ancho quedaba espacio para colocar unas frambuesas alrededor, pero antes con un cortador circular, vacié el centro, luego ya verás porqué.

Después coloqué el bizcocho de vainilla encima.

Y finalmente rellené el hueco central con fresas, al haber vaciado el primer bizcocho, caben muchas más fresas, por lo que luego no faltarán a la hora de repartir.

Y listo para servir.

Últimos detalles: Esta tarta está pensada para acompañarla de un café con leche como colofón a una comida copiosa de barbacoa, ya que el sabor de la vainilla y la menta, dará una sensación de frescor y el mordisco que le des a las fresas será un punto final realmente jugoso.

He visto alguna receta que cortan los bizcochos por la mitad y los rellenan de nata batida, o incluso los cubren, pero el resultado es más empalagoso y difumina el sabor a menta, pero eso ya es a gusto de cada uno.

Esta tarta ya la he preparado para alguna fiesta y siempre ha llamado la atención por su sabor y frescor.