Se puede considerar uno importante porque tiene un buen trabajo, mucho dinero, conocimientos. Se puede uno creer importante porque tiene. Si pierde su trabajo, su dinero, o enferma deja de ser importante. Que extraño ¿verdad? Es una importancia muy precaria. Por otra lado nos sentimos importantes con respecto ¿a quién? Y ¿quién es el que evalúa que lo somos? Tiene él la importancia suficiente para juzgar la nuestra. ¿Por qué? Porque tiene mejor trabajo, más dinero… Pero eso habíamos quedado que era muy precario ¿Entonces?
Y realmente, ¿qué es ser importante? En una sociedad como la que vivimos actualmente las personas no importamos nada. Desde el momento de la concepción corre peligro nuestra vida porque el aborto está legalizado. Si tenemos la suerte de nacer encontraremos muchos problemas en nuestra vida originados por el egoísmo, la ambición y la corrupción de los hombres.
Somos importantes pero no de la manera en que creemos. Lo somos porque nuestros actos repercuten en toda la humanidad, los buenos y los malos. Podemos hacer mucho bien o mucho mal. Nuestro desarrollo espiritual es importante, es vital. Lo demás son espejismos. Todo eso pasará, pero nosotros somos eternos.