Bienvenidos a la cruda realidad. El Campamento de la Dignidad que el Frente Polisario montó el pasado día 10 de octubre en las cercanías de El Aaiun ha sido arrasado por las fuerzas policiales y militares de Marruecos. La reacción de condena internacional ha sido en plan “haya paz”.. “os vais a hacer daño”.. No está claro quien nos conviene…O ya directamente la miserabilidad hecha ministra cuando se preocupa por si hay o no víctimas españolas entre los asesinados o el esto es muy gordo para mi y que intervenga el primo de zumosol que yo me lavo las manos, mientras el primo de zumosol, esa ONU rastrera, lameculos e inútil, es incapaz de condenar la vulneración de los derechos humanos.
Cuando se pierde de vista, enterrados por los intereses económicos y geostratégicos de nuestros lobbys, la defensa de los derechos humanos, podemos darnos por jodidos. Hemos perdido nuestra razón, la superioridad moral que nos debía avalar para dar lecciones.
Somos un país de nada que olvida su pasado y que es capaz de abandonar a su suerte a sus hermanos. La clase de nadas que piensa más en sus intereses cortoplacistas que en la defensa de la dignidad humana. La sexta nada mundial en venta de armamento. Nuestra industria armamentística engorda los arsenales de muchos dictadores.
Un país de mierda que vende balas a un Marruecos para el cual, parafraseando a Galeano, valen más que las vidas de los que hoy han muerto en el campamento de la Dignidad de Agdaym Izik.
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