Somos nuestro propio enemigo - The 100

Publicado el 07 marzo 2015 por Reino Reino De Series @reinodeseries
Hace unos meses me dio por pensar un poco y dejar en Reino de Series este post que hablaba sobre lo horribles que son los seres humanos, hasta el punto de que en The Walking Dead los caminantes no eran para nada el problema real.
ATENCIÓN, SPOILERS
Siguiendo esta teoría -en unos cuantos meses más seguro que habré creado mi propia tesis- quería hablar de The 100. Sí, esa serie muy a lo Interstellar que trata sobre un futuro loco –o puede que no tanto- en el que La Tierra deja de ser habitable tras una guerra nuclear, y de un grupo de personas que se salva y acaba viviendo en un arca en el espacio.En esta comunidad creen que son los únicos supervivientes de La Tierra, y, al ver que se les acaba el oxígeno y que no pueden seguir viviendo en el espacio, no tienen ninguna idea mejor que mandar una misión a La Tierra para descubrir si es viable volver a vivir en ella ya que han pasado tres generaciones. Cualquier persona cuerda habría dicho: pues oye, mandemos unos cuantos ingenieros, otros pocos médicos, armas y provisiones… Por lo que pueda pasar, ¿no? Pero su instinto de supervivencia es tan grande y maravilloso que les da por enviar a niños menores de 18 que están en la cárcel espacial por hacer alguna travesura. Pues imaginad el panorama de un grupo de chicos que han vivido toda su vida encerrados, cuando bajan a la tierra y ven que pueden hacer lo que les da la gana. ¿Pues cuál va a ser? Todos controladitos y siguiendo las instrucciones del arca… Já.


Si todos los grounders son así yo firmo la paz en un momentito

Una vez que se dan cuenta de que la radiación que hizo que unos años atrás tuvieran que dejar el planeta no les mata, pues se ponen a matarse entre ellos, a ver quién es más chulo. Pero claro, sólo con eso la historia no tenía gracia, así que de repente descubren que hay más gente viviendo allí. Supervivientes terrestres, grounders. Bueno, no tan de repente, lo descubren porque atraviesan a uno con una lanza, pero vaya, que el caso es que no están solos, y una vez más los humanos pasan de pensar que su enemigo iba a ser el planeta a que para variar somos tan sumamente tontos que el enemigo pasamos a ser nosotros. 

Y claro, la serie se hace un poco con esto y decide que ya que están, pues mira, bajamos a los que quedan en el arca –con tanta suerte que justo la parte que sobrevive es en la que viaja la madre de la protagonista- y ya que los chicos lo tenían todo más o menos bajo control pues se vuelve a liar parda con los adultos que piensan que su trabajo ya está hecho y ahora van a ser ellos los que manejen el cotarro. Pero no, amigos, la juventud demuestra que ellos lo valen y que saben cómo salvarse de su nuevo enemigo.
Y es que sí, los salvajes que han sobrevivido en la tierra digamos… a lo bestia, tenían que tener un contrapunto ¿Y cuál es? Pues el segundo enemigo, el Mount Weather en el que están los coolturetas, gente que se muere si les alcanza la radiación solar y que por eso viven encerrados en una montaña rodeados de todas las obras de arte que pudieron salvar de la tierra y echando mucho de menos la libertad del exterior (que nunca han podido experimentar). Qué suerte que la sangre de los del pueblo celeste –los que han bajado del arca, vamos- pueda hacer que se curen… 
Vamos, un percal. Pero detrás de todo este panorama, quiero decir que The 100 mola. Mola porque tienen una Tierra en la que es casi imposible sobrevivir, es una de las pocas series apocalípticas en la que de verdad se quejan de no tener champú, un ritmo frenético que hace que no sepas quién va a ser el siguiente en morir (y no se les caen los anillos con el tema), una rubia nada tonta y unos malos que están bastante buenos. 
Así que ya sabes, si quieres una serie que enganche desde el primer episodio, únete a Los 100.