"Una guía a través de un increíble viaje que conecta las transformaciones del universo con
las revoluciones científicas en la Tierra"
La historia comienza durante 1976 en el planetario de Tucson en Arizona. Una charla llamó especialmente la atención de José María Maza autor de este interesantísimo libro: "The Universe. I can feel it in my bones" ( El universo. Lo puedo sentir en mis huesos). No pude asistir. Más tarde pudo hacerse una idea del contenido: "Los átomos de calcio de nuestros huesos fueron fabricados en el interior de una estrella, viajaron por el espacio interestelar producto de la explosión de una supernova, contaminaron la nebulosa solar primitiva y pasaron finalmente a ser parte de la Tierra y de nosotros".
"En este libro intentaré una mayor cercanía con el lector y lo interpelaré en primera persona. Procuraré ser tan cercano como la escritura me lo permita. Para que el trabajo esté verdaderamente completo, también espero que este libro estimule al lector a leer otros libros, a continuar el camino, a continuar buscando caminos". [José María Maza]
En Somos polvo de estrellas, José María Maza nos guía a través de un increíble viaje que conecta las transformaciones del universo con las revoluciones científicas en la Tierra, relacionando la formación de las estrellas con nuestro propio organismo. Con datos e información privilegiada el autor, Premio Nacional de Ciencias Exactas nos narra de manera cálida y cercana cómo la historia del cosmos es también nuestra, y que no podemos perder esa curiosidad con la que miramos el mundo cuando fuimos niños, pues es esa la llave del conocimiento.
En el libro vamos a encontrar temas muy interesantes de los que voy a destacar algunos que me parecen importantes como el del Big Bang. El tiempo, el espacio y la materia se originaron en una gran explosión inicial llamada Big Bang, ocurrida hace trece mil ochocientos millones de años. El Big Bang no se produce en un espacio preexistente. En él se crea el espacio y el tiempo; no existe "antes del Big Bang" porque el tiempo empieza en ese instante, por lo que no hay "antes de l Big Bang". Todas las líneas de tiempo nos llevan a después del Big Bang.
Por ello el Big Bang no tiene causa, pues las causas son anteriores a los efectos y no hay antes de él.
El capítulo 5 es de lo más interesante. Trata el tema de la Energía Oscura un tema realmente oscuro y se plantean las posibles soluciones de universos en expansión se reducen a dos grandes alternativas: que la expansión sea tan rápida que la fuerza gravitatoria del universo no sea capaz de frenarlo, y que lo que vemos se pueda expandir infinitamente y "llegar allá" con velocidad. Dicho de otro modo, en esa primera alternativa el universo se estaría expandiendo más rápido que la velocidad de escape. La alternativa opuesta sería que la expansión no sea lo suficientemente rápida y llegue un punto en que se detenga y de ahí en adelante se contraiga. [...]
Y los capítulos siguientes no le van a la zaga,Las estrellas de baja masa, Las estrellas de alta masa y sobre todo el último titulado Evolución química del universo donde el autor escribe: "Los elementos químicos atrapados en la nebulosa solar primitiva constituyen hoy la Tierra entera, su corteza, las plantas, los seres vivos e incluso los seres humanos. Por eso los átomos de calcio de nuestros huesos, los átomos de carbono y de nitrógeno de nuestro cuerpo, el oxígeno y hierro de nuestra sangre, que llena nuestro corazón, se 'fabricaron' en el interior de una estrella. Viajaron en la explosión de una supernova, ensuciaron el medio interestelar y constituyeron la nebulosa solar primitiva que contenía mayoritariamente hidrógeno proveniente del Big Bang. Nuestro cuerpo está constituido principalmente por moléculas de agua que tienen dos átomos de hidrógeno provenientes del Big Bang, con una fecha de fabricación de trece mil ochocientos millones de años. Los átomos de calcio de nuestros huesos fueron fabricados hace seis mil u ocho mil millones de años en el interior de una estrella en el brazo de Orión o Carina. Volaron a miles de kilómetros por segundo en la explosión de una supernova y hoy constituyen nuestros huesos".
"[...] La Tierra entera y cada una de sus partes tiene un origen cósmico. Todos los elementos químicos de la Tierra provienen del cosmos. Todos los átomos de nuestro cuerpo provienen del cosmos. Todos, salvo los de hidrógeno, han sido producidos en el interior de una estrella, han viajado en una nebulosa planetaria o en la explosión de una supernova, contaminaron la nebulosa solar primitiva, pasaron a constituir parte de la Tierra y nosotros los estamos ocupando desde hace unos pocos instantes en esta sinfonía cósmica. La Tierra es menos que un grano de arena en la playa del océano cósmico. [...]"
El autor:
José María Maza Sancho (Valparaíso, 1948) es licenciado en Astronomía por la Universidad de Chile y doctor en Astronomía en la Universidad de Toronto. Ha publicado más de ciento veinte artículos de investigación en revistas de astronomía y, actualmente, es profesor titular de Astronomía en la Universidad de Chile. Obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1999 y es miembro de Número de la Academia Chilena de Ciencias. Es autor de Supernovas (2008) junto a Mario Hamuy, Astronomía contemporánea (2009), Marte: la próxima frontera (2018) y Eclipses (2019).
El libro:
Somos polvo de estrellas. Cómo entender nuestro origen en el cosmos ha sido publicado por la Editorial Crítica en su Colección Drakontos. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 114 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo con la conferencia impartida por José Maza titulada Somos polvo de estrellas en la Universidad Central de Chile.