Según datos antropológicos y biológicos, la duración normal de la lactancia en el ser humano está entre los 2 años y medio y los 7. En cambio, la duración media de la lactancia en España se sitúa alrededor de los 3 meses. Incluso menos, según algunos estudios.
En el año 2009 fui madre por primera vez. Ya desde el embarazo empecé a informarme sobre crianza, salud y nutrición. En seguida me sorprendió conocer las diferentes (y a menudo opuestas) teorías que hay al respecto. Sí que se acepta que la lactancia es más sana que la leche artificial y para mí fue la opción natural. Además de ser el alimento ideal y de los beneficios para el sistema inmunitario, proporciona afecto y consuelo al niño. Es un valor universal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida y complementada con sólidos hasta los 2 años como mínimo. Pero la potente industria alimentaria consiguió que la leche de fórmula para lactantes sea lo más habitual desde mediados del siglo XX. Así, en la práctica hay mucha desinformación y aunque muchas madres deciden abandonar la lactancia libremente, otras lo hacen siguiendo consejos "expertos" que no están bien fundamentados.
Por propia experiencia sé que a menudo sorprende e incluso se critica la lactancia prolongada. Para mucha gente es una rareza ver amamantar a un niño que pasa del año. Se muestra extrañeza y hasta incomprensión ante un hecho tan "singular". Algunos lo entienden como una cosa anticuada o excéntrica. Me pregunto qué le pasa a una sociedad que niega aquello que es natural a su especie.
Vivimos en un mundo complejo, con prisas, altamente tecnificado. Pero sí, nosotros somos mamíferos, a pesar de todo.
Yo añadiría alguna cosa, como que por ejemplo, la lactancia de un niño de 2, 3, 4 y hasta 7 años, no sería una lactancia prolongada, puesto que bien se ha estudiado que la edad en que biológica y antropológicamente destetaríamos a nuestra crías como animales mamíferos que somos puede llegar hasta los 7 años, ¿no? Pero bien es cierto que las cosas están hechas de otra manera, y sorprende que se amamante a niños de esas edades, pasando a ser algo extraño para el que mira. Algo tiene que estar ocurriendo para que la especie humana se aleje tanto de lo que es per se. Deberíamos volver a ser simplemente lo que somos, seres humanos.