“Somos una rebelión” (Reseña de Uilmel-Trece Tronos de Jessica Galera)

Publicado el 21 julio 2021 por Pilar Querencia @EremitaLa

Cuando Pilar propone, Diana responde. Y es que Pilar se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una persona muy importante para mí: su risa y su llanto son también los míos. Y este Redondal, que es su casa, es uno de los rincones más maravillosos que conozco para abrir mi corazón de par en par. No sé si será una sorpresa para la autora del libro, a la que yo suelo llamar con cariño hermana del caos, pero como buena familia redondalera, ahí va nuestra contribución a tu magia literaria…

UILMEL (TRECE TRONOS-EL FIN DE LA DINASTÍA 2)

*Puede contener spoilers.

Título: Uilmel (Saga Trece Tronos-El Fin de la Dinastía 2)

Autora: Jessica Galera Andreu

Género: Fantasía

Número de páginas: 738 en formato tapa blanda

Edición: Independently Published (Autopublicación)

Dónde comprarlo: www.amazon.es

Web de la autora: https://jessi-ga.wixsite.com/fantepika

Algo huele a podrido en… ¿Átraro? Ni siquiera parafraseando a Shakespeare puedo ensalzar la huella que deja esta novela en la piel del lector. Un ambiente oscuro, tétrico y una carga de sentimientos tal, que se te retuercen las entrañas más de una vez. Las páginas pasan raudas, pues es imposible dejar de leer hasta el final y eso que la historia es muy extensa, pero merece la pena cada rincón que se esconde entre sus palabras. De lectura ágil, prosa pulcra, lenguaje directo y oscuramente bello, diálogos muy reales y grandes dosis de magia. Fantasía oscura, épica, urbana, romántica y juvenil; un mundo mágico donde uno desea perderse, a veces en Luzaria y otras en Noctia. Un postre exquisito para una saga que te hace temblar de principio a fin. No podrás creer lo que Jessica ha preparado para esta última parte que zanja la historia entre Resryon y Adrien. Una maldita locura.

Uilmel es la séptima novela publicada de la saga Trece Tronos, acotada bajo el subtítulo de El Fin de la Dinastía, de la que también forma parte la anterior novela, Arkanai. Esta nueva aventura nos cuenta el final de la historia entre Resryon y Adrien, un matiz que había quedado inconcluso ya en las primeras cuatro novelas de la saga principal y que nos había dejado con ganas de más. También nos relata, como el título de esta saga secundaria indica, el futuro de la dinastía Vakko, colocando a cada uno de sus protagonistas en el lugar que el destino ha otorgado.

¿Por qué son tan adictivas estas novelas? Yo lo achaco a la fórmula magistral de Jessica, que mezcla una buena narrativa, bella y pulcra, con grandes dosis de misterio, giros inesperados y pasión, mucha pasión. Porque no todo en esta vida lo mueve el amor, o por lo menos lo hacen otro tipo de sentimientos derivados de él o por su ausencia. La traición, el desamor, las frustraciones, la venganza…; son pequeños puñados de veneno que arraigan en nuestra alma y se van comiendo la esperanza. Quizás por ello, las grandes batallas del corazón dirimen el fin de las treguas que nos hayamos dado. Somos una rebelión, a veces contra nosotros mismos.

Si ya el fin de Arkanai anunciaba tormenta, Uilmel no puede comenzar sin una buena tempestad. Adrien ha muerto y, aunque su condición de Milenario le permite volver del Inframundo, Resryon deberá ir a buscarlo gracias al uilmel que los une. Sin embargo, las cosas se torcerán y no irá solo, llevándose con él al futuro de Ántico, su sobrina Alea. Lo que allí se encontrará dista mucho de lo que la imaginación ha podido crear para aquel lugar de pesadilla: monstruos infernales entre páramos aterradores y personas queridas. ¿Cuántos de los suyos no han sido malditos por la dinastía Vakko? El infierno está lleno de aquellos que reclaman libertad para un descanso eterno y Resryon deberá enfrentarse a diferentes peligros para salvarlos a todos, hasta perder la esperanza de salir de allí con vida. Res es un personaje cuasi divino, enfrentado a mil batallas, roto en mil pedazos, pero con una fortaleza extrema que se transmite en cada una de sus acciones, incluso de sus palabras. Sabio y valiente, tierno, profundo, todos queremos a uno como él en nuestras vidas, lo necesitamos. Un merecido emperador para un trono que nunca llegará a ser suyo, último resquicio de una dinastía marcada por la tragedia, un vestigio de lo que antaño se conoció como gloria y que hoy es solo un recuerdo del pasado.

Adrien deberá seguir el camino que la Vara de Paxia le señalará para salir del Inframundo, sin embargo, no piensa hacerlo sin Res y deberá tomar la decisión más dura de su vida, aquella por la que la memoria no permite siquiera llorar ni mantener el recuerdo de todo cuanto se ha vivido, para que duela menos. Adrien es la representación de la inocencia y la ternura, ahogado en mil inseguridades que nos vuelven humanos con solo ponernos en su piel. Aprender a ser valiente y enfrentarse al mundo entero por unos sentimientos que nadie comprende. La luz del Milenario solo podía ser albergada por un alma noble como la del dryadalis.

Anven se convertirá en la pieza fundamental de la batalla, que los elfos han desatado contra Átraro. Liderando a las legiones ánticas, la no-muerta se alzará como reina de Necron y habrá de luchar contra los sentimientos que se han despertado entre ella y Elain, convirtiéndose en un dolor tan profundo que desgarra esa vida que ya no le pertenece. Siempre he tenido sentimientos encontrados con este personaje. Anven es la amiga guerrera, valiente, pero que duda en sus sentimientos hasta el punto de poner a sus seres queridos en jaque. Sin embargo, su enfrentamiento con la muerte la cambiará por completo, ya no habrá espacio para dudar, y la fortaleza en la que se escuda se derrumbará para siempre transformándose en un poder más oscuro y profundo. Líneas que el kráatico de sus tatuajes le susurrarán en un idioma desconocido y ella habrá de descifrar poco a poco, como el que se encuentra con una nueva identidad dibujada en un mapa.

June será dotada con los poderes de la Primigenia, por haber acabado con Zessa Velzur, y su esencia se perderá en la linde entre la más absoluta oscuridad vampírica y los rescoldos de su vida élfica. Su magia descomunal hará tambalear al mundo y se alzará como reina de Kaulas, derrotando a enemigo tras enemigo, hasta la batalla final. Desde el principio, mi amor por la mandarina ha sido leal, pero en esta novela nos pondrá a prueba sacando su lado más oscuro y cruel, dañando, destrozando, vengándose. June nos recuerda en lo que los sentimientos negativos pueden convertirnos si no aceptamos todo aquello que nos ocurre y lo dejamos atrás.

Elain sucumbirá ante el poder de la Primigenia, que lo arrastrará en una marea imparable de asesinatos y vejaciones. Destruirá su mundo y lo volverá en contra de todo lo que ha luchado a lo largo de su vida, incluso de aquellos que más ama. Todo lo asolará la magia oscura de la vampira, en un acto egoísta que nos indica que toda relación forzada solo deja un reguero de cenizas tras de sí. El amor no se obliga, es como el respeto, se gana. Elain siempre fue fiel, el eterno amigo que toda persona querría tener a su lado, sin embargo, en esta historia sus lealtades cambiarán de bando y le demostrarán que la verdadera amistad resiste a tu lado en los peores momentos.

Eugenne se moverá entre dos aguas, despreciando al vampiro que ha convivido con él en los últimos tiempos y abogando por el elfo que pugna por volver a la superficie. Arrastrado por June en sus miserias o, quizás, despertando gracias a ellas. Una pieza clave en este embrollo mortal donde su amor hacia Jillianor puede contener el fin de una batalla. Los vampiros siempre han sido mi pasión y verlo despojado de esa condición me produce sentimientos enfrentados, no obstante, Eugenne tiene algo especial, como que va a lo suyo, no se mueve por amistades sino por intereses. Es un superviviente en un mundo donde nadie ha pensado lo suficiente en él y en esta novela borda su papel hasta el final, guardando terribles e inquietantes secretos.

Ladasdir y Tazzry seguirán enfrentadas, buscando la manera de conseguir el trono de la nación elfa en Íonthass, pero sus poderes solo asolarán un mundo mortal ya devastado con anterioridad. ¿Hasta dónde estarán dispuestas a luchar para conseguirlo? La muerte no parece ser ningún límite para ellas.

Un dios oscuro que se enamoró de la luz, así reza la leyenda que yace grabada en las mentes más ancianas de los elfos, hijos de aquellos semidioses que la divinidad envió para encontrar al dios traidor, que había dado la espalda a sus hermanas.

Pero, ¿quién es realmente ese dios oscuro traidor? Los elfos hablan de un uilmel, del único verdadero, que lo marca a él y a su luz, una conexión que ha de haber sobrevivido a los avatares del tiempo y que dará inicio a una guerra ancestral entre las divinidades oscuras y aquel que les dio la espalda.

Amor, respeto, lealtad, hermandad y amistad. Desamor, traición, venganza, rencor. Aquello que más amamos es lo que más puede dañarnos y nos adentramos una y otra vez en esa cruel batalla por la felicidad. El sacrificio del amor solo puede conducirnos a la sinceridad del corazón, abrirnos en canal y despojarnos de todo lo que llevamos dentro, ser libres y olvidarnos de los mil secretos que apuñalan nuestras entrañas, confinándonos a la más amarga de todas las soledades. Luchar por lo que crees, por aquello que amas, sin fisuras, sin dudas y recibir a cambio todo lo que uno merece. ¿Puede haber batalla más dura que la que se libra en nuestro interior? Ningún uilmel élfico trazado en la piel de dos amantes, ningún tatuaje, ningún lazo…, puede ser más inquebrantable que el amor. Nada lo es.