¿Son buenos los regalos para los niños?

Por Mamiclic

Como cada Navidad, las casas se llenan de regalos. Son fechas para celebrar y esto se acentúa cuando el hogar cuenta, además, con niños.

Muchas veces utilizamos los regalos que recibirán por Reyes como premios o refuerzos a un buen comportamiento, ¿y si buscamos otras alternativas?

Los niños deben saber que se merecen los regalos que obtienen, que su esfuerzo y su sacrificio pueden verse compensados, pero debemos acostumbrar a los pequeños que no es mejor ni más “bueno” quien más regalos reciba; hacer de ellos, niños, adolescentes y adultos, altruistas, no consumistas, nada caprichosos y en absoluto egoístas.

Abuelos, tíos, padres… todos nos encargamos de aportar nuestro juguete-regalo a ese montón que se acumulará en casa el día 6 de Enero.

Este exceso de regalos puede convertir a los pequeños en caprichosos avariciosos, niños que brinden demasiada importancia a lo material o incluso que pierdan la ilusión, ¿Por qué no les preguntamos qué les hace realmente ilusión y hacemos que elijan?

  • Pongamos límite al número de regalos, y escojamos bien. Dejemos así, que cada regalo provoque un interés en el niño, que no pierda la motivación.
  • Podemos seleccionar aquellos juegos que permitan usar la imaginación, los menos sofisticados son los mejores, dejemos que piensen, que no se aburran. Estos pueden ser, por ejemplo, juegos de construcción o plastilina.
  • Que siempre estén adecuados a la edad del niño. En ocasiones, los pequeños apenas entienden la utilidad de muchos juguetes y esto hace que ni les preste atención.
  • Que ocasionen momentos que les enseñen a ganar y a perder, que aprendan a  tolerar la frustración; a respetar las reglas, dando así la oportunidad de  competir de una manera sana;  y a jugar en equipo, propiciando lazos afectivos entre los miembros de la familia y entre amigos y la sociabilidad de los pequeños.

La responsabilidad de que los más pequeños de la casa valoren lo que tienen y los regalos que reciben es siempre de los adultos. Principalmente de los padres, que son quienes deben regular este exceso de juguetes en fechas señaladas. Establecer unas pautas entre familiares y amigos e indicarles qué podrían regalar y en qué cantidades, puede ser un primer paso para paliar el exceso del que hablamos.

Y recuerda, comparte momentos de juego con tus hijos, esto mejorará su autoestima y vuestros lazos afectivos.