¿Son iguales todas las apologías?

Publicado el 21 marzo 2011 por Elhombredelpiruli
"Un crucifijo colgado de una pared es un símbolo esencialmente pasivo, cuya influencia sobre los alumnos no puede ser comparada a un discurso didáctico o a la participación en actividades religiosas".
Con esta frase y otras parecidas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo falla que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni a la libertad de pensamiento y religión.
Esto me provoca dos preguntas rápidas:
La primera relacionada también con las escuelas: ¿Se aceptarán símbolos de otras confesiones en las escuelas?
Y la segunda, muy importante para el Pais Vasco: ¿Se aplicará el mismo criterio cuando se colocan por las calles vascas carteles con las fotografías de etarras presos o muertos en enfrentamientos con la polícia? Hasta ahora esos carteles se han retirado siempre.
Sin embargo, la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo deja claro que "Un crucifijo [o cualquier otra cosa] colgado de una pared es un símbolo esencialmente pasivo, cuya influencia sobre los alumnos no puede ser comparada a un discurso didáctico o a la participación en actividades religiosas [o de otra índole]". (Los corchetes los he añadido yo para una mayor comprensión del sentido del fallo).
Que no se entienda este post como una justificación del terrorismo etarra, sino como el rechazo a un argumento como el usado por el Tribunal. Yo sí pienso que algo colgado de la pared, en sitio visible y preferente, es hacer apología. Ya sea un crucifijo, la foto de un etarra o una bandera nazi.
Por cierto, las calles con nombres de personajes destacados del franquismo y los símbolos de aquel régimen, también son apologéticos... y quedan unos cuantos.