Liberación de 1001 globos azules, “escultura aerostática” de Yves Klein. Las últimas tendencias han sido propensas a un arte más desmaterializado, donde importa más el concepto, el mensaje, la acción.
Hablar de juegos es significado de diversión, alegría, estar con amigos, hacer estrategias para conseguir el tesoro, buscar soluciones a los obstáculos que aparecen. En definitiva es estar un@ mism@ con los cinco sentidos puestos en acción para lograr una reacción coherente y avanzar en el camino a la meta. Este estado de concentración nos hará sentir el placer y la satisfacción de participar y vivir una nueva experiencia al calor que proporciona la compañía del equipo. Acciones que se van sumando, originando diferentes caminos que se van creando durante el desarrollo de éstas y nos van a llevar a sentir y experimentar nuevas sensaciones en ámbitos distintos.
Acciones que nos llevan a despertar espacios internos, agrandando nuestro mapa de conocimientos y valores, ampliando nuestro particular set de herramientas con las que poder generar y participar de nuevas aventuras.
A través del juego vamos a incentivar nuestra capacidad de acción y reacción tanto a nivel individual como grupal, creando nuevos caminos donde poder experimentar a través de sensaciones y de la interacción con el resto de participantes, haciendo posible que mensajes ya conocidos, sean vistos como nuevos, o simplemente sean refrescados en la memoria, ayudándonos a que nuestro espectro de elección de opciones sea cada vez más variado, evitando la repetición o monotonía. Dando notas de color en cada actividad, haciéndola diferente del resto. Juegos que nos ayudan a ejercitarnos en nuestro crecimiento personal, sembrando nuevas semillas, ampliando el campo de cosecha de las fuentes de comunicación entre las personas.
Creación de mensajes nuevos y de muchos otros que son viejos conocidos, a los que se les da nuevos toques en la partitura para reinventarla de nuevo, probar con otras opciones, viendo y estudiando la reacción del público receptor. Y analizar paso a paso el mensaje, ahondar en aquello que ha funcionado, e investigar las que no fueron percibidas, y pasaron como un suspiro. Volver a reinventar los juegos ya conocidos para poder crear mensajes totalmente coherentes, que nos despierten lo guardado en la memoria y profundizar cuando los conceptos son más difíciles. En definitiva mensajes que sean actuales, dinámicos y frescos, pero también concisos y directos.
Mensajes que son herramientas para empresas que necesitan de aires frescos, para transmitir unos conceptos que no por ser los de siempre, se le debe restar importancia, sino todo lo contrario.