Son of a gun. Tensión, amor... y ajedrez.

Publicado el 26 mayo 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
Título original:
Son of a gun
Año:
2014
Fecha de estreno:
29 de mayo de 2015
Duración:
108 min
País:
Australia
Director:
Julius Avery
Reparto:
Ewan McGregor, Brenton Thwaites, Alicia Vikander, Matt Nable, Damon Herriman, Nash Edgerton, Jacek Koman
Distribuidora:
Flins y Pinículas
Intentando emular las complicadas estrategias del ajedrez en cuanto a la historia en sí, se presenta la opera prima del australiano Julius Avery. Son of a gun es, en sí misma, un entretejido mundo táctico donde la confianza, la codicia y los engaños se mueven sin un rumbo fijo porque todos los personajes, aunque pertenezcan al entorno criminal, tienen una doble vertiente. Avery debuta con una notable película que funciona mejor cuando se reviste de thriller y de cine de acción.
Porque Son of a gun comienza cual drama carcelario para derivar en un thriller de escapismo y acción con romance incluido. Un joven de 19 años (Brenton Thwaites) entra en prisión por seis meses. Ahí, por casualidad, conoce a Lynch (Ewan McGregor) un notorio criminal  que le convertirá en su protegido. Cuando el joven sale de la cárcel ayuda a Lynch a escapar  y se mete de lleno en una operación para robar unos lingotes de oro. Gracias a ello, conoce a Tasha (Alicia Vikander) con lo cual se entremezclarán los negocios, la lealtad y el amor.Como decíamos, la película combina elementos de varios géneros cinematográficos, siendo la acción el plato fuerte y más aprovechado del conjunto. Por un lado, el joven protagonista es un chico solitario, sin familia, que ve en Lynch la oportunidad de acercarse a una especie de figura paternal, la oportunidad de pertenencia a un mundo, de aceptación. Entre los dos se construye una relación "padre e hijo" que pretende ser el eje central de la película. Pero ni Brenton Thwaites (The Signal) ni Ewan McGregor (Mortdecai) consiguen levantar esa relación del plano superficial. Con las metáforas ajedrecistas, Avery impregna de de una pseudo-profundidad dicha relación pero la resolución facilona, con vuelta de tuerca incluida, no deja de ser un cliché adquirido de los thrillers.En cambio, todas las escenas de acción que abarcan desde la espectacular salida de la cárcel, con tiroteo incluido, hasta el meticuloso robo en la fábrica de oro y la posterior persecución en coche, mantienen una cierta tensión y elevan el nivel de Son of a gun, convirtiéndola en una película disfrutable a pesar de su nula capacidad para innovar y su intrincada (y obvia) referencia al ajedrez. Aunque Julius Avery no haya sabido combinar sin costuras los géneros cinematográficos en su primer largometraje, éste varios posee elementos potables como thriller dramático. Recomendable. 6/10