Las fajas post parto sólo son recomendables durante unos pocos días tras el parto (8-10 días), si a la mujer le aporta comodidad la sujeción que le ofrece. Sin embargo, no es aconsejable su uso por más tiempo porque las fajas, al apretar, incrementan la presión intraabdominal y mantienen inactivos los músculos, cosa perjudicial para la recuperación del suelo pélvico cuya reeducación ha de comenzar tempranamente tras el parto, salvo contraindicaciones específicas.