Dentro de la programación de conciertos gratuitos realizados en la Plaza Porticada con motivo de la Semana Grande de Santander, había un evento que sin duda nos llamaba la atención por encima de los demás. Arizona Baby nos visitaba de nuevo, tras su grandioso paso por el
CuVa, para recordarnos por qué les tenemos en un altar. Los vallisoletanos son una
rara avis en el panorama nacional, su propuesta de rock acústico y polvoriento va sobrada de credibilidad y es en sus directos donde se le saca todo el jugo.
Para nuestro gozo, el show contó con algunas novedades y modificaciones con respescto al visto hace unos meses, pero con los temazos del "Second To None" presentes, por supuesto. Abrieron con 'Sunday', uno de sus temas más densos. A continuación fueron cayendo las ya conocidas 'The truth', 'Ouch!', 'Dirge'... no tienen ni una mala, lo cual unido a su carisma y entrega en el escenario les convierte en una apuesta segura. Rubén Arizona se dejó los dedos y alguna cuerda de la guitarra en medio de su exhibición, lo cual se dice que es síntoma de buen concierto. Es una locura verle como mueve las pelanas mientras se marca unos solos espectaculares como el de 'A Tale Of The West'. Hermo Arizona nos sorprendió utilizando una
washboard o tabla de lavar, instruento sureño y
redneck donde los haya, que vino a ampliar su variado repertorio a la percusión. De Javi Arizona ya está todo dicho, es un frontman ejemplar que sabe llevar al público a su terreno, te mete en ambiente y además es que, como sus dos compañeros, no falla en ninguna canción.
En los bises nos dejaron otros dos momentazos. El que todos esperábamos, su hit más reconocible y cantado, 'Shiralee'. Ya podemos considerarlo un clásicazo de la banda. En su último tema empezaron a sonar unas notas que hicieron que todo fan de los Doors afinara el oido: era la intro de 'The End', la mejor forma posible de acabar su actuación, aunque obviamente omitieron la parte más escabrosa de la
letra (que podía haber niños delante y hoy en dia saben mucho inglés desde muy crios). En definitiva, los Arizona estuvieron a la altura de las espectativas y será un placer volver a verles cuantas veces haga falta. Son unos jefes. Punto final.
(
themusicall.blogspot.com)