Soñando… con las cartas del destino

Publicado el 10 enero 2012 por Rojotransitorio @rojotransitorio

Sueño, Destino y el resto de eternos

Dicen que Destino, aquel que reparte las cartas de nuestra suerte, es ciego y está encadenado a un libro donde todo está escrito de antemano. Creemos que su ceguera viste al azar, pensamos que no podemos torcer el trazo grabado en las páginas de su libro. Incluso dejamos que algunos vestigios nos aconsejen antes de apostar, permitiendo que susurren levemente en nuestro oído. ¿Serán aliados de la certeza o del engaño? nos preguntamos al escucharles…

Pero sólo nosotros podemos engañarnos eludiendo aquello que está escrito. Porque es totalmente cierto: ya está escrito. Pero desconocemos la lengua de tal escritura, pues sus designios fueron moldeados por Dioses anteriores a la propia eternidad.

Dicen que el Señor del Sueño, hermano de Destino, tampoco conoce el lenguaje de los designios impresos en tal libro, pero yo no lo creo… Los sueños desvelan, de tanto en tanto, y sólo a aquellos que se aventuran con convicción en su esencia, la puerta hacia un dominio donde se oculta la clave más deseada: aquella que permite descifrar la más antigua de todas las lenguas.

También dicen que, si consigues esa clave, no debes mirarla, porque si lo haces, cambia de forma para así evitar ser comprendida. Cuelga esa llave de una cadena y déjala cerca de tu corazón, allí donde los sentimientos centellean con más libertad. Entonces, déjate guiar por ella…

Las cartas ya están servidas, ahora es tu turno en el juego: comienza a descifrar las cartas que ha repartido el destino… y atrévete a sentir como éstas se transforman en aquellas que tu deseas. Pero vive ese sentimiento como cierto porque si posees la llave que obtuviste en lo más profundo del sueño, la magia jugará a tu favor… has aprendido a leer el lenguaje oculto de las cartas del destino.

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. (William Shakespeare)