Soñar con pueblos

Publicado el 25 diciembre 2013 por Carloparty

Soñar con mi pueblo significa una vuelta de tuerca al pasado. Eso sí,no muy lejano, pero el revivirlo, recordarlo con sus carencias y sus grandezas con lo que es, un pueblo en el interior de España, como el pueblo de muchos. Nos vió nacer…que bonito dicho, porque la verdad que no me imagino yo, la Torre de la Iglesia, la plaza Mayor o el Ayuntamiento viendonos nacer pero…un dicho es un dicho.

¡Mi Pueblo el Mejor!

Con sus calles, sus plazas, su estación de Renfe, su cine, anteriormente su Azucarera y por supuesto lo mejor…su río. Agua clara,limpia y trasparente donde antes se acudía en el verano a psar el día, bañarse,jugar, tomar el sol, incluso la comida. ¡Mi pueblo, que grande!

Cuanta familia,tíos,primos, cuantos días pasados; cuantos momentos vividos, cuantas celebraciones, comidas, fiestas y días especiales.

Soñar con mi pueblo también es conocer esos animales de granja pequeños y divertidos, jugar con ellos como si fueran tus mas recientes amigos. El Sr. Cerdo, feo y marrano, todo el día encerrado en su cárcel como un fugitivo, hasta que le abría media puerta…y de malas maneras echaba las sobras. De todo, patatas,peladuras,malas zanahorias y trozos de vete tú a saber. Luego, siempre me quedaba para observar lo que hacía…y cuando cerraban de un golpe la puerta de la tocinera allí estana yo con palo en mano como si fuera una llave. La metía por la cerradura con la intención de molestar al Sr.Cerdo, tonto de él aún metía el morro y gruñía. ¡Qué olor había en la prisión y cuanta suciedad!

Me pregunto yo cuanta calidad en ese cuerpo tan…en su carne, en su todo. Con los pocos cuidados higiénicos y personales, alimentando con lo que nadie quiere, y nadie se come. Y ahí está lo mejor de lo mejor. Hay que hacer un homenaje al Sr.Cerdo pues él y solo él ha colmado muchos estómagos hambrientos.

Las gallinas y sus polluelos que recuerdos…yo cogía a mi favorita porque hasta en el reino animal hay favoritismos…Mi gallinita blanca me conocía. La mimaba, la cuidaba y la acariciaba tanto que se quedaba dormida…¿como la reconocía? Era muy fácil, cosas del entonces. La tenía tatuada con un pintalabios que por supuesto no me pertenecía, lo tomaba prestado de mi querida tía, ella sabía de mi interés cultural y artístico y me dejaba hacer cuando ya no servía para su verdadero uso:PINTALABIOS.

Pasaba a mi por la vía rápida , uso exclusivo del marcado animal,me parece que ya entonces, desde que pinté a la gallina, empezó mi afición a la pintura. Claro está años mas tarde y algo mas crecida.

No pintaba paredes (que era lo normal por el aquel entonces). Pintaba pantalones que era inhabitual, así eramos las nacidas en el pueblo, distintas, diferentes, mas autenticas, se podía decir que piezas originales.

Soñar con mi pueblo fueron días de gloria, dentro de la inocencia que yo tenía. Vivía feliz en el Pueblo que me vio nacer, y que lo tenía que dejar al final del verano. Allí se quedaban todos mis amigos y los animales del corral….con la promesa familiar de que allí seguiran para las siguientes vacaciones…cosa que…NO! No era así! Pero la inocencia….

VIVAN  LOS PUEBLOS DE ESPAÑA