Soñar es dar forma al futuro

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

por Francisco Alcaide Hernandez

William Shakespeare afirmaba: "Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto". Una persona que deja de soñar es una persona que deja de vivir. Está presente de cuerpo pero no de alma.

El hombre vive en el presente pero empapado de futuro. Somos nuestras ilusiones y nuestros sueños. Sin ilusiones y sueños no se vive, se sobrevive. James Allen, autor de Como un hombre piensa, así es su vida escribía: "Los grandes logros comenzaron como un sueño en la mente de una persona. Al igual que todo ser se encuentra en la semilla que lo engendra, el roble duerme en la bellota, el ave espera en el huevo, los sueños son las semillas de dicha realidad que espera impaciente". O con otras palabras:

Soñar es dar forma al futuro

Los sueños son la pasta de la que está hecha la gente con mentalidad ganadora. Porque la gente con mentalidad ganadora piensa en grande; y piensa en grande porque sabe que no existen los límites, sólo las limitaciones, que no son sino limitaciones.

"Ser realista es el camino más frecuentemente transitado por la mediocridad", decía en una entrevista Will Smith, uno de los personajes incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición). Ser realista no inspira a nadie. Nadie realista ha logrado nada grande. Todos los adelantos y avances de los que hoy nos beneficiamos son el resultado de mentes que se atrevieron a desafiar lo estándar, lo común, lo habitual.

El futuro siempre pertenece a los soñadores, a aquellos que se atreven a vislumbrar un mundo mejor. FueMartin Luther King quien dijo en su memorable discurso del 28 de agosto de 1963: "Tengo un sueño, que nuestros hombres sean juzgados por su carácter y no por el color de su piel". Un año más tarde, concretamente el 2 de julio de 1964, se aprobaba la Ley de Derechos Civiles que prohibía la discriminación en base a la raza, el color de piel, la religión, el sexo o el origen nacional.

Algo parecido sucedió con John F. Kennedy quien en un discurso el 25 de mayo de 1961 afirmó: "Pondremos un hombre en la Luna antes de que acabe la década". Antes de acabar la década, aquel sueño se materializaba el 20 de julio de 1969.

Los sueños son la materia prima que da sentido a la vida. Pero, ¿por qué a la gente le cuesta tanto soñar [a lo grande]? Básicamente por cuatro cuestiones de las que se habla en Tu futuro es HOY (Alienta 2ª edición):

1. Cuanto más grandes sean tus sueños, más esfuerzo tendrás que realizar.

Y el ser humano es perezoso por naturaleza, prefiere siempre coger la opción cómoda a la incómoda. Seduce más la alternativa con menos inconvenientes que aquella que nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos.

2. Cuanto más grandes sean tus sueños, más riesgo de fracasar.

Y nos asusta (y mucho) que las cosas no vayan bien, porque ya se sabe que del árbol caído todo el mundo hace leña. Si quieres tener más éxito tienes que estar dispuesto a fracasar más. El refranero es explícito: "Hay que fallar cien golpes en la herradura para acertar una vez en el clavo".

3. Cuanto más grandes sean tus sueños, más incomprensión encontrarás de tu entorno.

Nadar a contra corriente, sobre todo de amigos, familiares y personas cercanas, suele ser habitual si uno quiere lograr algo grande y diferente a lo estándar. Pero si quieres triunfar en la vida, tienes que proteger tu individualidad y pensar por ti mismo, sin buscar la aprobación de los demás.

4. Cuanto más grandes sean tus sueños, más posibilidad de infravalorarse.

Lo hemos dicho muchas veces: la principal debilidad humana es que nos infravaloramos, las dudas que tenemos sobre nosotros mismos. Creemos que aquellos que consiguen grandes gestas son mejores que nosotros... y no es así.

Fue Walt Disney (1901-1966) quien sentenció: "Si lo puedes soñar, lo puedes lograr". Y nosotros añadiríamos: "Si alguien lo logró es porque alguien lo soñó". En cierta ocasión, en una entrevista a una de sus hijas años después su fallecimiento, el periodista le comentó con ocasión del mítico DisneyWorld, que se inauguró en 1971:

- ¡Si su padre hubiera podido ver todo esto!

A lo que ella contestó:

- Si tú lo ves hoy, es porque él lo vio primero.

No tengas miedo a soñar... si estás dispuesto a darlo todo por tu sueño, porque como escribía Paulo Coelho:

"cumple todos los requisitos para realizar su sueño" El mayor error que cometió fue no creer en sus sueños. No lo creyó, no lo intentó y no lo consiguió. Si una persona sabe lo que desea en la vida,

El universo siempre apoya a quien camina en la dirección de sus sueños. La pregunta es clara: ¿sabes de verdad lo que quieres? No puedes ganar un juego que no has definido. La falta de claridad más que cualquier otra cosa es la principal causa de fracaso de la gente. Si defines con concreción lo que quieres, te atreves a aceptarlo por anticipado (FE) y lo das todo, tienes buenas probabilidades de alcanzarlo. Como escribía hace poco en mi cuenta de Instagram [@falcaide76]:

Fuente http://www.franciscoalcaide.com/2015/11/sonar-es-dar-forma-al-futuro.html

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