Sonic Youth siempre fue una banda diferente, teniendo en sus inicios en los años 80 como referencias indiscutibles el punk y los grupos underground de finales de los 60, sobre todo en actitud, su sonido sin embargo siempre tuvo identidad propia y no admitían comparación con nadie, eran genuinos y auténticos. Pero además y por si fuera poco, hablamos de una banda en continua experimentación, por lo que no es de extrañar que en algunos discos se volvieran algo más vanguardistas y con una línea más pop, como es el caso del disco de 1998 A thousand leaves, con bastantes pasajes instrumentales, y en los temas con letra bastante más atenuados en su furia. Uno de los temas del disco muy representativo de todo esto es Sunday, verdadera joya de corte pop, pero sin perder la esencia de esta bandaza (esas guitarras que corren).
Sonic Youth siempre fue una banda diferente, teniendo en sus inicios en los años 80 como referencias indiscutibles el punk y los grupos underground de finales de los 60, sobre todo en actitud, su sonido sin embargo siempre tuvo identidad propia y no admitían comparación con nadie, eran genuinos y auténticos. Pero además y por si fuera poco, hablamos de una banda en continua experimentación, por lo que no es de extrañar que en algunos discos se volvieran algo más vanguardistas y con una línea más pop, como es el caso del disco de 1998 A thousand leaves, con bastantes pasajes instrumentales, y en los temas con letra bastante más atenuados en su furia. Uno de los temas del disco muy representativo de todo esto es Sunday, verdadera joya de corte pop, pero sin perder la esencia de esta bandaza (esas guitarras que corren).