Mi acercamiento al jazz (gracias a la insistencia de un amigo blogero, y posteriores charlas con otro) fue hace unos 6 años aproximadamente, y mi colección de vinilos (y algunos cd's) ha ido en aumento paulatinamente y podríamos decir que de manera constante. Lo normal es empezar con los tótems del género, Miles Davis, John Coltrane, etc., pero un servidor es más, por decirlo así, de los virtuosos de un instrumento en concreto que de los auténticos genios del estilo que hacían de todo. Ese es el caso de Sonny Rollins, extraordinario saxofonista, con una característica que le sucede a muchos músicos y es que él mismo era su crítico más furioso. Esa autocrítica en su caso provocó hasta el retiro, tanto de los estudios como de los escenarios, desde 1959 hasta la publicación de The Bridge en 1962, disco del que hablo hoy.Mi primer álbum de este artista fue Saxophone Colossus, de 1956, un disco soberbio al que daré cancha en su momento porque lo merece.The Bridge se graba en tres sesiones en New York, entre enero y febrero de 1962, cuya inspiración, según declaraciones del propio músico, le vino del río Hudson y el tráfico de la propia ciudad de New York, que se parecían en su fluidez. La leyenda dice que el músico en su retiro, ensayaba de noche sólo en un puente (el de Williamsburg).Por otro lado es su primer álbum con RCA, en el que sólo hay dos temas originales, The Bridge y John S. Los temas no originales del disco son "Without a Song", "Where Are You?", el standard de Cole Porter "You Do Something to Me" y "God Bless the Child", uno de las dos únicas canciones que compuso Billie Holiday, que en la interpretación de Rollins adquiere sin duda más matices distintos.
Mi acercamiento al jazz (gracias a la insistencia de un amigo blogero, y posteriores charlas con otro) fue hace unos 6 años aproximadamente, y mi colección de vinilos (y algunos cd's) ha ido en aumento paulatinamente y podríamos decir que de manera constante. Lo normal es empezar con los tótems del género, Miles Davis, John Coltrane, etc., pero un servidor es más, por decirlo así, de los virtuosos de un instrumento en concreto que de los auténticos genios del estilo que hacían de todo. Ese es el caso de Sonny Rollins, extraordinario saxofonista, con una característica que le sucede a muchos músicos y es que él mismo era su crítico más furioso. Esa autocrítica en su caso provocó hasta el retiro, tanto de los estudios como de los escenarios, desde 1959 hasta la publicación de The Bridge en 1962, disco del que hablo hoy.Mi primer álbum de este artista fue Saxophone Colossus, de 1956, un disco soberbio al que daré cancha en su momento porque lo merece.The Bridge se graba en tres sesiones en New York, entre enero y febrero de 1962, cuya inspiración, según declaraciones del propio músico, le vino del río Hudson y el tráfico de la propia ciudad de New York, que se parecían en su fluidez. La leyenda dice que el músico en su retiro, ensayaba de noche sólo en un puente (el de Williamsburg).Por otro lado es su primer álbum con RCA, en el que sólo hay dos temas originales, The Bridge y John S. Los temas no originales del disco son "Without a Song", "Where Are You?", el standard de Cole Porter "You Do Something to Me" y "God Bless the Child", uno de las dos únicas canciones que compuso Billie Holiday, que en la interpretación de Rollins adquiere sin duda más matices distintos.