Este Sonorama Ribera será recordado como el año donde se volvió a vivir todo lo que este festival tiene en su ADN, durante cinco días se ha parado el tiempo. En este caso, no se hablará de lo musical de una manera tan directa, es el momento de hablar de las emociones vividas por los asistentes al Sonorama Ribera 2022 donde se volvió a vivir en Aranda de Duero una serie de jornadas de música y emociones.En un aniversario especial, los XXV años y la primera edición tras la pandemia, un año donde se volvería al formato del miércoles al domingo. Un año donde las calles de Aranda de Duero volverían a vivir en sus calles la fiesta, el encuentro entre amigos que quedan en Aranda o esos nervios de ver en El Trigo o La Sal a artistas anunciados o sorpresa (este año Nena Daconte, La Habitación Roja, Izal y Xoel López). Pero para esto hay que tener presenta algo más. A lo largo de estos 25 años de Sonorama Ribera se ha vivido en la localidad de Aranda de Duero una especie de comunión donde muchos asistentes no han fallado a la cita, estos asistentes (que empezaron con más de veinte años menos), siguen asistiendo al pueblo, pero ahora en otro modo, prefieren disfrutar de los conciertos selectos, dejarse caer por El Lagar para la previa, pero sin prisa y pensar en ese lechazo en los locales de siempre. Estos mismos asistentes tienen la vista puesta en los sets de Pin y Pon Djs, Veneno, Give me Veneno o en Julio Ruíz haciendo que los temas suenen sin parar. Con todo, la sorpresa de ir a los otros escenarios, ver como hay conciertos en lugares escondidos, escenarios como el Le Club, Charco o la Pool Party que unidos al del camping (opción más que recurrente para muchos)y a las charlas de Free Rocking o las otras experiencias hicieron de toda la semana algo más que interesante para esas primeras horas y que aún el lunes seguía teniendo su eco en las calles de la localidad, sobre todo el cierre del show de Xoel López en el Trigo con su canción Lodo o ese show sorpresa de Izal la jornada de antes. Pero el Sonorama es mucho más, tiene ese recinto de cinco escenarios que nos trajo a C. Tangana, Amaia, La Maravillosa Orquesta del Alcohol (profetas en su tierra), Loquillo, Karavana, Rufus T. Firefly, Seiurte, Los Estanques, Rozalén.... los conciertos y la experiencia de monólogos y el ambiente fueron claves, sobre todo para poder vivir muchas emociones cada jornada, desde la primera con el concurso de disfraces y los directos desde uno de los escenarios que daban el pistoletazo de salida al festival. No cabe duda de que la sorpresa de tener a Leiva en el escenario, una gran sorpresa, un show en el que mucha gente se sintió afortunada de poder vivir, algo similar al de Izal (en el recinto) donde, en su gira de "despedida", la banda presentó ese directo con los mejores temas (y más emotivos) haciendo que las emociones aflorasen, dado que para eso son los conciertos, para vivirlos y para ver como una banda que a marcado a muchos de los asistentes se despide (quedaba la sorpresa de la siguiente jornada en El Trigo) con un show para enmarcar. Del directo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol al jugar en casa, tener alguna sorpresa y sobre todo, hacer la fiesta perfecta (como harían Shinova, Rufus T. Firefly con un show mágico digno de la ejecución perfecta de esta formación o Los Estanques y su virtuosismo). Pero, con todo como parte de la magia de este recinto que se llenó durante varias jornadas, donde los más pequeños y los grandes convivieron. Con todo, se quedan muchas más cosas que decir que aparecerán en las crónicas de cada jornada.