Muchos están cansados de estar refugiados en sus hogares, de que los días pasen como si nada. Algunos entran en crisis mientras otros siguen buscando acercarse a eso que quieren. Todo en este tiempo convulsionado es valido. Manifestar que nos pasa adentro, hacerlo visible y trabajarlo es el plan ideal.
Las emociones cobran otro sentido, están a flor de piel. Tenemos que saber cuando ponerle un stop para evitar que las emociones manejen nuestro accionar.
Bajar las revoluciones por cinco minutos y respirar. Respirar siendo conscientes de este momento y despejar todas aquellas cosas externas que quieran irrumpir.
Respirar y sonreír, esa es la clave. Sonreír a todas esas cuestiones que van y vienen, confiando que poco a poco se vuelve a mover el tablero y nosotros estamos listos para avanzar. Siempre hacia adelante, lo que esta en el pasado ahí queda..