Cuentito uno: "Una pareja de esposos estaba cenando en un restaurante, cuando observan entrar a un amigo de ambos acompañado de una desconocida. La señora le comentó a su esposo: - Ese que entró es Juan, pero esa no es su esposa.... - No, es una amante que él tiene - dijo el hombre calmadamente. La mujer comenzó a criticar la actuación de su amigo y el esposo la paró en seco diciéndole: - No te metas en esos asuntos, deja que los otros vivan su vida. Los esposos siguen cenando, cuando se acerca a ellos una chica guapísima que le dice al marido: - Oye, me dejaste esperando ayer.....yo estaba tan cachondita, malo. - Sí, se me presentó un problema, peropaso por tu casa hoy. - O.K. nos vemos- dice la chica, retirándose de la mesa ante el asombro de la esposa, que le pregunta enseguida al marido: - ¡¿Y esa, quién es?! - Ésa, es mi amante. La mujer se puso como el diablo y comenzó a decirle improperios al marido, pidiéndole hasta el divorcio - No hay problema, yo te doy el divorcio. Pero recuerda que la casa, el coche y el negocio están a mi nombre. También olvídate de los viajes a Europa y de las tarjetas de crédito, tus SPA, el terapeuta, las compras en N.Y., la casa del valle, tu BMW, el chofer y la pensión de tu madre.... La mujer se calmó y después de analizar la situación le dijo cariñosamente al esposo: - "Nuestra amante es muchísimo más bonita que la de Juan"
Cuentito dos:
"Un tren choca con un autobús lleno de monjas y todas fallecen. Como corresponde a quienes han dedicado su vida a la fe, llegan al cielo y tratan de entrar pero en la puerta esta San Pedro que les dice: - cálmense hermanas, por favor, formen una fila y contesten a mi pregunta. A ver, Sor Marcela, has tocado un pene alguna vez?" -Uuhhhhhmmmm .....bueno..... pues solo una vez y fue con la punta de este dedo. - Está bien - dice San Pedro - Mete la punta de tu dedo en el agua bendita y pasa. - A ver Sor Camila , ¿has tocado un pene alguna vez? - ...Pues sí, pero solo lo agarré un poquito con la mano izquierda.. - Bueno mete tu mano izquierda en el agua bendita y pasa. En eso se oye un tremendo alboroto y una de las monjas empujando, por fin logra llegar hasta San Pedro. - ¿Pero por que tanto alboroto hija mía?- dice un sorprendido San Pedro. - Mire Don Pedro; si tengo que hacer gárgaras con agua bendita, ¡¡quiero hacerlo antes de que Sor Eugenia meta el culo...!! Sonríe......, la vida es breve.