Sony incide y vuelve a hacer la misma pregunta ¿Para qué?
Si bien copia fielmente todo el formato es la elección del personaje que responde a la pregunta el que esta vez no corresponde con precisión a la respuesta.
Sony despliega el espectáculo del color ahora con más énfasis, el coste de la preparación se dispara a límites sospechosos y el resultado es magnífico. Pero ya no está la rana, ahora es un payaso quien responde a la llamada, pero la elección no resulta del todo acertada. No hablaremos de la elección del personaje que puede ser acertada o no, aunque corre grandes riesgos. Es la actitud, la postura corporal del payaso que corre, no manifiesta el juego incondicional, no abre a la percepción de libertad. Su cuerpo corre rápido pero está lleno de restricciones y su cara manifiesta, no una interacción natural, sino completamente determinada y concreta.
El usuario prefiere olvidar al payaso y en su lugar volver a recuperar el recuerdo dela rana.