Tal y como se venia especulando desde hace semanas, Sony y Marvel Studios han terminado su (aparente) feliz matrimonio que dio vida a dos de las películas más taquilleras de Spider-Man.
Reportes indican que ambos estudios fueron incapaces de llegar a un nuevo acuerdo para trabajar al personaje en conjunto debido a las diferentes presiones económicas que existían por parte de Disney, quien quería un acuerdo que le diera un margen más amplio de ganancias.
Al margen de esto, Kevin Feige parece ser el hombre con el que Sony no quiere trabajar, rechazando la oferta de Marvel Studios de seguir juntos con Feige como productor.
Desde Deadline reportan que Feige buscaba obtener mucho más control creativo sobre los personajes que Sony tiene a su disposición, incluyendo las películas que desarrollan en individual como Morbius, Venom y Kraven.
Por ahora, y a raíz del éxito obtenido con las dos películas previas, Sony planea mantener a Tom Holland como protagonista y a Jon Watts en la dirección, desarrollando, por lo menos, un par de nuevas entregas que, claramente, ya no pertenecerían al universo de Marvel Studios, tratando de apuntar a su propio universo.
Como hemos venido manejando en este espacio desde hace tiempo, para Sony es más importante crear su propio universo y al tener el empujón que necesitaba por parte de Marvel Studios considera no necesitarle más. Sobre todo al sentir que el estudio no tendrá la misma fuerza sin personajes como Iron Man y la mayoría de los Vengadores originales.
Teniendo un éxito considerable con Venom e Into The Spider-Verse, Sony está apuntando a lo grande, aunque desprenderse de Marvel Studios podrá ser la maniobra más arriesgada, ya que el publico que ayudó a generar el éxito en Homecoming y Far From Home no reaccionará de la misma manera a entregas que se deslinden de Marvel Studios.