Lo publicaba Wall Street Journal: por cada dólar de la PS3, 6 centavos son pérdidas. Si consideramos un precio estándar de unos 300 dólares, Sony estaría perdiendo en cada consola que vende, 18 dólares.
Este hecho en la industria del videojuego no es noticia. Lo que sí ha sorprendido es el ratio de pérdida, que parece ser que es superior al resto de agentes.
A mi no me parece tan excesivo. En términos absolutos, un par de juegos compensan la pérdida que suponía vender el hardware. Pero además de los juegos, este equipo tiene posibilidad de reproducir un formato (Blu-ray) que cada vez está más presente en las tiendas. Así que, en términos relativos (comparando con sus competidores) la PS3 tiene la posibilidad de ampliar su plataforma para dar cabida a nuevos productos.
Un claro ejemplo de que para ganar una guerra no es necesario ganar todas las batallas. Es más, un ejemplo de que empeñarse en ganar la primera (venta del equipo) puede suponer perder la guerra.